Guía para aguantar los tacones en cinco pasos

Práctica, perseverancia y cierta disciplina se necesitan para llevar unos tacones durante todo el día. Pero además conviene dominar algunos trucos que, además de ayudarte a algunas de las lesiones y molestias asociadas a su uso , te permitirán adoptar una actitud de triunfadora que las piernas estilizadas y los centímetros extras ayudarán a potenciar.

Paso 1. Confianza. Una vez que tienes el par de zapatos perfectos hay que defenderlos, la idea no es que ellos (los tacones) te dominen a ti. Para eso tienes que generar confianza, pisar fuerte y verte estupenda. La actitud es el 50% de la elegancia , el resto probablemente sean unos buenos zapatos de tacón.

Paso 2. Elegir el tacón perfecto. No decimos que sean caros ni buenos ni tampoco de alta gama, sino adecuados para tu tipo de pie. Unos zapatos con plataforma pueden ser un buen comienzo, son más cómodos y estables, y te servirán de entrenamiento antes de lanzarte con unos estilettos. Nuestra shopping philosophy nos dio hace unos día varias ideas para lucir el tacón medio como lo hace Kate Bosworth .

Paso 3. Postura. Es la clave, sin duda. Si no adoptas la postura correcta, caminar sobre unos tacones puede ser una pesadilla. Puede ser contraproducente tanto para tu salud como para tu apariencia pues, lejos de hacerte parecer más elegante, hará que tus andares resulten torpes, de novata. ¿Cuál es entonces la postura correcta? Debes abrir los hombros y bajarlos, elevar el pecho, abrirlo y alargar el cuello. Para lograr esta postura quizá te ayude pensar eso que a veces dicen los profesores de Pilates: "Imagina que tiran de tu coronilla hacia el cielo y crece". Pues eso.

Paso 4. Pisa bien. Debes caminar como si lo hicieras con tus zapatillas preferidas, pisando desde el talón hasta los dedos para mantener el equilibrio. Muchas mujeres se lesionan o se caen porque intentan acortar la superficie de la pisada cuando llevan tacones.

Paso 5. El contoneo. Una vez que tengas controlada la pisada debes distribuir el peso de tu cuerpo en cada pierna sin dañar las rodillas. El movimiento debe venir desde las caderas y propiciar un movimiento fluido, que es lo que resulta atractivo cuando se lucen unos tacones altos.