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Es la chica americana de hoy". Rotundo, determinante, Tommy Hilfiger (Nueva York, 1951) habla con admiración de la modelo Gigi Hadid (Los Ángeles, 1995) pocas horas antes de su desfile-show en Manhattan, el pasado 9 de septiembre.. Un desfile 360º, en un nuevo mundo 360º. "Gigi es simpática, inteligente, guapa, una persona con la que es muy fácil trabajar", continúa el creador, que hace un año propuso a la modelo diseñar una colección, vestirla sobre la pasarela y venderla simultáneamente desde todas las plataformas posibles en la actualidad, offline, pero también online: el desfile se retransmitió en streaming y la ropa se vendía a la vez en dos tiendas efímeras en el mismo recinto del desfile, a través de la web tommy.com, en su página de Facebook y en las tiendas físicas de la marca.
"Ella es la chica americana del momento", insiste Hilfiger. "Es increíblemente guapa, una estrella de las redes sociales y, ahora, una diseñadora estrella", subrayaba la mañana antes de mostrar la colección Tommy x Gigi, en el Pier 16 de Manhattan, un muelle en el East River, convertido para la ocasión en un parque de atracciones. Además de la prensa, unas 2.000 personas esperaban ansiosas la llegada de la estrella tras haber conseguido la entrada por sorteo en una web de ocio neoyorquina. Noria, tiovivo, casetas de hot dogs y limonada, y unas hermosas vistas del puente de Brooklyn para entretener la espera.
Tommy Hilfiger - Diseñador
"El show es un carnaval, una feria con tatuadores, atracciones, hamburguesas... Queríamos conseguir una feria para divertirse", explicaba Hilfiger. Dicho y hecho. La feria fue un entretenido y perfecto escaparate para mostrar la idea brillante de este self-made man que empezó en los negocios con 18 años de diseñar y comercializar una colección conjunta con la modelo y ponerla a la venta al mismo tiempo que aparecía en la pasarela.
Su objetivo era evitar plagios, pero también satisfacer ese nuevo hábito de consumo de "lo veo, lo compro", esa necesidad surgida por el triunfo de las redes sociales, que muestran las colecciones en el momento que se presentan, mientras los usuarios tienen que esperar, aburridos, seis meses para encontrarlas en la tienda.
Quizá no hayan oído hablar de la modelo si no siguen de cerca el circuito internacional de la moda, pero Gigi Hadid (Jelena Noura en la partida de nacimiento), es un icono entre los millennials, un fenómeno global en la era de las app y los smartphones.
El cine, la música o la televisión no han sido las plataformas que la han lanzado ni donde ha conseguido sus millones de fans. Lo son las redes sociales, el teléfono móvil y el tirón televisivo del reality que protagoniza su madre. Gigi es una joven de buena familia, buena educación y buena conducta, que tiene nada menos que 23 millones de seguidores en Instagram y más de tres millones en Twitter. El por qué es un misterio, pero más de 26 millones de personas en el mundo quieren saber qué hace, con quién sale, qué come, cómo viste, que música escucha...
La red es insaciable y lo quiere todo, y todo al instante. "No sé cómo ha sucedido", reconoce la modelo a un grupo de periodistas, sentada junto a su mentor en el diseño. "No ha sido premeditado, nadie me dijo cómo hacerlo, cómo planearlo... Ha sido natural; no sé cómo, solo sé que lo he hecho", comenta con naturalidad, restando importancia a su fama, con voz grave y, por momentos, algo temblorosa.
La chica bien californiana estudiaba Psicología criminal en The New School, en Nueva York, pero ha aparcado los estudios desde que su éxito como modelo se tornó en fenómeno global. Llegó a la Gran Manzana desde Malibú, donde su padre (el promotor inmobiliario palestino Mohamed Hadid), su madre (Yolanda Hadid, la estrella del reality show televisivo The Real Housewises of Beverly Hills), y su padrastro (el productor musical David Foster) son celebrities.
Gigi Hadid - Modelo
Gigi jugaba al voleibol, practicaba hípica y corría cross, hasta que empezó a desfilar para Desigual y otras marcas en la pasarela neoyorquina y subió como la espuma. Pero no faltaron las críticas, que a las redes sociales les gusta la controversia y los cotilleos tanto como a los antiguos patios de vecinos. Decían que le sobraba talla para desfilar (y ella defendía sus curvas hace un año, aunque desde entonces ha adelgazado varios kilos) o que caminaba como un pato (Naomi Campbell le dio consejos y la mejoría en su estilo ha sido evidente).
Pero esas críticas no han reducido su legión de seguidores ni los contratos publicitarios millonarios. Un dato: entre junio de 2015 y junio de 2016 ha entrado por primera vez en la lista Forbes de las top mejor pagadas, con ocho millones de euros de ingresos por contratos con Max Mara, Stuart Weitzman, Marc Jacobs, Maybelline...
Y mientras la redes bullen por si sale o no sale con los pop stars Joe Jonas o Cody Simpson, o si se va de vacaciones o no con íntimas amigas como la cantante Taylor Swift o su colega Kendall Jenner (otra instamodel surgida del clan Kardasian y los reality shows), Gigi da pasos de gigante en la industria a la vez que se convierte en un icono mediático global.
Atrás quedan los casting para convertirse en uno de los "ángeles" de Victorias Secret (lo consiguió al tercer intento), hoy es ella quien elige y rechaza contratos.
Tommy Hilfiger. "Gigi estuvo completamente impicada en todo el proceso de diseño desde el principio: desde elegir los tejidos o los colores hasta los botones. Se ha fijado en todo e implicado en todo".
Gigi Hadid. "A la hora de diseñar, pensé en la gente en general, en prendas que sean útiles y bonitas; no solo en mis amigas o en la gente que se dedica a la moda".
Gigi Hadid es la chica americana de hoy y por eso Tommy Hilfiger, para quien ha desfilado varias veces, tuvo la idea de colaborar con ella. "La conozco desde niña, conozco a su familia... -asegura el diseñador-. Y pensé: "¿Cómo puedo trabajar con Gigi no solo como modelo?". Así surgió nuestra colaboración".
Para Gigi fue toda una sorpresa, un halago, un premio. "Siempre he sido fan de Tommy y me siento muy honrada... ¡He aprendido tanto con él y con su equipo! Me siento muy afortunada", mantiene en esta cita, horas antes de ese desfile en el que es absoluta protagonista como musa, diseñadora y modelo; y por el que, sin embargo, no se siente presionada. "No, no, creo que el foco de atención está en todo lo demás dice con una sonrisa. Me hace ilusión que colegas modelos y amigas vayan a vestir lo que he diseñado".