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Decía Nicolas Delamare que " el vestido es un tema político. Luis XIV buscaba el esplendor necesario para mantener su rango natural, imponer respeto a los demás y apoyar las artes y el comercio de Francia" y aunque hayan pasado casi 400 años la monarquía y los politicos se siguen valiendo de su vestuario para comunicar.
Hillary Clinton combinó su blusa morada con la corbata de su marido. /
Sin ir más lejos, la reina Letizia, según María Luisa Funes, autora del libro 'Estilo Letizia', afirmó que la soberana usaba en muchas ocasiones ropa low cost para acercarse al resto de los españoles y solidarizarse con la situación económica del país. Y de esa misma arma se sirven Hillary Clinton y Melania Trump, dos mujeres con estilos completamente diferentes.
Durante toda la campaña, Hillary Clinton ha lucido looks de 'working girl': trajes de pantalón y chaquetas, sin sofisticación ni estridencias, como si quisiera demostrar que cuando se sube a un escenario a dar un mitin o visita un plató de televisión es para ir a trabajar. Elegante y correcta, imita el look de oficina de libro.
Sin embargo, en su último acto, el posterior a la derrota, se ha permitido una licencia. Ha ido más allá y ha optado por un traje de Ralph Lauren con blusa y solapas morada, el mismo color que escogió su marido para la corbara, que observaba desde el fondo cómo hablaba. ¿Qué ha querido transmitir con ese color? El morado es el color con el que los nazarenos muestran su penitencia en Semana Santa después de la muerte de Cristo, el mismo con el que se identifica el movimiento antiintimidación de las comunidades LBTQ y la mezcla del rojo y azul, los dos colores que representan a republicanos y democrátas en EEUU, ¿y una manera más de remacar que su país es bipartidista?
El armario de Melania Trump tiene más de celebrity que de mujer de negocios. Se mueve a las mil maravillas en la alfombra roja y su pasado como modelo la delata cuando se tiene que enfundar los vestidos ceñídisimos que abundan en su vestuario.
El modelo de estilo nupcial con mangas acampanadas que llevó para pronunciar el discurso en que se la acusó de plagiar a Michelle Obama lo firmaba Roksanda, costaba 1500 euros y se agotó a las 24 horas de lucirlo. Curiosamente también cerró la campaña de su marido con un mono de Raph Lauren blanco, el color más fuerte de todos y que transmite alivio, paz, serenidad e incluso protección.
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