Mallarino / D:R.

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Mallarino: Naturaleza viva

Las hermanas colombianas Mallarino rescatan el arte de la filigrana con sus joyas.

Fue París, la ciudad donde nació hace ahora 10 años Mallarino, la firma de las hermanas colombianas Isabella y Lucía Bueno Mallarino, que buscan la inspiración en el jardín de su casa familiar en Colombia. "Nuestro ADN es la filigrana, un tejido de oro que no todos los artesanos saben realizar, ya que se trata de una técnica muy compleja y manual al 100%.

Empezamos a trabajar con una familia de filigraneros, en la que el abuelo había transmitido su saber hacer a los nietos, que continúan en el oficio", dice Isabella, la pequeña de las hermanas, que vivió con esa familia durante un mes en pleno valle colombiano de Mompós, con el objetivo de perfeccionar la técnica.

Piezas de Mallarino / D.R.

Flora, fauna y filigrana

"Isabella empezó con la idea y yo me uní después", explica Lucía, que acaba de cambiar la capital de Francia, donde ha residido casi dos décadas, por el vértigo de Nueva York. La mayor de las Mallarino está centrada en el aspecto comercial de la firma, que ha conseguido poderosos distribuidores, como Bergdorf Goodman, Moda Operandi o Intermix.

¿La inspiración de sus piezas? La exuberancia de los jardines colombianos y el chic parisino.

¿Su estilo? Diseños atemporales, pensados para que perduren y cuya principal inspiración es la naturaleza. En Paraíso Tropical, la colección que han creado para esta primavera-verano, encontramos orquídeas, cacatúas, papagayos, serpientes y demás fauna y flora tropical, realizados en filigrana de oro, que se combina con perlas blancas, negras y piedras multicolores.

Además, hace dos años crearon una colección de alta joyería, Tribute, a la que poco a poco van añadiendo nuevas piezas.

Entre los famosos que adoran Mallarino está Michelle Obama, pero sobre todo María Clemencia de Santos, la esposa del presidente de Colombia. Y en el mundo de la realeza también se lucen las creaciones Mallarino: "Hicimos un bolso joya para la reina de Inglaterra", nos cuentan.

Isabella y Lucía han desarrollado la marca a su ritmo, lo que les ha permitido compaginarla con su vida familiar. Y por ese camino quieren continuar, sin prisa pero sin pausa, teniendo muy presente el hermoso jardín tropical de su madre, que es su constante fuente de inspiración.