moda
moda
No hay nada, nada, que una marca adorada por el ' fashionismo' global no pueda conseguir. Por ejemplo: convertir el más cuestionado de los diseños, los difíciles Crocs, en un objeto de deseo para las compradoras. Este verano, gracias a Christopher Kane, ya vimos que una versión adornada de los Crocs se atrevía a salir a las pasarelas. Fue el primer indicio de que la moda estaba dispuesta a demostrar su poder defendiendo, con alguna o ninguna ironía, este tupo de calzado de goma.
La versión de Balenciaga va, sin embargo, un poco más allá: los Crocs parecen parte del vestuario de un personaje de cómic. En amarillo o rosa, llevan unas aparatosas plataformas de unos 10 centímetros y van adornados con pequeños motivos a modo de parches o chapas en la parte superior. Se trata de un diseño de la colección primavera/verano 2018 que, probablemente por su estilo imposible, ha llamado la atención de las compradoras de moda estadounidenses. Y mucho.
Estos Crocs debían salir a la venta en Barneys por 850 dólares, pero no van a llegar hasta los escaparates. A las pocas horas de abrirse la preventa en el website de los almacenes, se agotó completamente el stock. Parece que no hay nada que Demna Gvasalia no pueda convertir en un éxito de ventas, ya sea una camiseta con el logo de DHL o una bolsa inspirada en las de Ikea. Eso sí que es poder.