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Fue una celebración de etiqueta en uno de los lugares más 'posh' de Manhattan: el Seagram Building. Rihanna celebraba su 30 cumpleaños, estrenaba década, y quiso reunir a su alrededor a su familia, a sus mejores amigos y a su novio, el multimillonario saudí Hassan Jameel. Asistieron, además, algunas estrellas: Leonardo DiCaprio, Paris Hilton y su novio Chris Zylka y Toni Braxton, la cantante favorita de Riri, que además dio un pequeño concierto.
Cuentan las crónicas que hubo, por supuesto, champagne para todos: 30 botellas magnum del champagne Armand de Brignac Rosé y Blanc de Blancs, propiedad de Jay Z. Lo invitados cenaron primero en el restaurante “The Grill” y luego se desplazaron hasta el restaurante “The Pool”, donde tuvo lugar le miniconcierto y la fiesta. La celebración terminó a la 4 de la madrugada.
Sin embargo, lo que más llamó la atención de los paparazzi apostados en el exterior del restaurante neoyorquino en cuestión fuel el modelazo de Yves Saint Laurent que eligió Rihanna. Un vestido-burbuja fucsia de la colección de la primavera que está por llegar. Los combinó con unos pendientes cuajados de piedras, profusión de anillos y un brazalete de diamantes. El 'grooming' fue, en cambio, sencillo: melena suelta con ondas hasta la espalda.
PARIS, FRANCE - SEPTEMBER 26: A model walks the runway during the Saint Laurent show as part of the Paris Fashion Week Womenswear Spring/Summer 2018 on September 26, 2017 in Paris, France. /