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Después de la cita formal, en la mayoría de los casos hasta de trabajo, en que consiste la Gala del Constume Institute of Metropolitan, las 'celebrities' pueden relajarse, quitarse los tocados grandilocuentes y prepararse para bailar. Lo mejor llega cuando termina la gala y comienzan las fiestas. Este año hubo dos que se llevaron la palma de la expectación: la que ofreció Olivier Rousteing (Balmain) y la que organizó Donatella Versace. Los 'looks' ya no son tan divinos, sino definitivamente terrenales. Ficha t odos los vestidos de la alfombra roja de la gala del Met: te contamos cuáles fueron los peores y los mejores.
JLo y Olivier Roisteing. Pocas veces se ven unas caritas tan reveladoras de lo bien que les estaba sentando el fiestón a ambos. Ella se colocó un vestido disco para bailar en los reservados. Muy propio.
Katy Perry, Madonna y Donatella: la Trinidad. La atracción entre rubias no falla: foto épica. Perry hace como que no se entera, pero está compartiendo plano con la viva estampa de lo que podría ser su futuro.
Rihanna, de Papisa a pijama. Debía estar deseando quitarse un diseño tan pesado (por la profusión de bordados) y vestirse para la noche. De hecho, se colocó un pijama metálico de Nina Ricci estupendo.
Gigi rock'n'roll. Normal que apetezca quitarse el vestidazo y ponerse un traje de pantalón. Atención al bordado increíble del traje, a juego con las botas. El color, ideal.
Hailey Baldwin en su línea. No quiso bajarse de su rollo supersexy (¿quizá porque fue muy bien acompañada toda la noche por Shawn Mendes?) y al segundo 'round' llevó un vestido lencero de La Perla.
Cardi B y Jeremy Scott. La parejita mejor avenida de la gala siguió la fiesta (la de Versace) sin tanto bordado encima, aunque ella seguía con un 'look' imperial.
Kim, Donatella y el sadomaso. La jefa de Versace tiene una relación estrecha con las Kardashian y estas la adoran. El vestido de inspiración BDSM que eligió Kim para las fiestas post Met Gala es un tributo total a otro que llevó Donatella en 1992.
Janelle Monae y Lena Waithe. Son las reinas 'queer' de su generación. Dos genias de la música y la interpretación, unidas en la fiesta. Lena no se cambió, pero Monáe sí tuvo la buena idea de prescindir de su tremendo 'look' y tocado y cambiarlo por esta chaqueta-vestido y un sombrero más sencillito.