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La adolescencia es dura, pero lo es aún más si estás sometida al escrutinio público. Ana de Armas ha aprendido desde los tiempos de 'El Internado' y, ahora, además de en el mundo de la interpretación, pisa con fuerza en las alfombras rojas. Lo mismo en las españoles que en las de Hollywood.
No llegaba aún a la veintena cuando eligió este estilismo para asistir un concierto. Ella es una belleza (lo era entonces y lo es más aun ahora), pero ese estilismo noventero, unido al corte de pelo, que oculta sus facciones, le hizo un fl aco favor. Suerte que abrió la puerta de su armario a los estilistas.
Ya entendía la ayuda que supone un poco de maquillaje para resaltar los puntos fuertes, aunque no dominaba las combinaciones de colores y no sabía el daño que pueden hacer a veces los tejidos brillantes. El peinado tampoco ayudaba: el recogido le sumaba años.
No es su mejor estilismo, pero se vislumbra el cambio en él. Un color de pelo diferente, otro corte, un maquillaje acorde y una silueta ajustada a su figura obran el milagro de dotarla de sofi sticación sin sumarle años.
Desde hace un par de años, Ana triunfa en América. Para su desembarco en los Ángeles ya estaba preparada pero, por si acaso, se puso en manos de una de las mejores: Micaela Erlanger, la estilista de actrices como Lupita Nyong’o. Y acertó de pleno.
Es una de las latinas de moda en Hollywood. Lo demuestran no solo los fi lmes que ha rodado, también los actos a los que asiste. Para Cannes eligió este diseño azul que defi ne su estilo actual: sencillo y gla muroso.