Úrsula Mascaró está al frente de la firma fundada por su abuelo Pedro en 1918 y consolidada por su padre, Juan. Menorca, donde se han hecho estas fotos, es su centro de operaciones. / Alex del Río

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Úrsula Mascaró: 'La horma de un zapato es su alma'

Ha convertido la marca de calzado que fundó su abuelo hace un siglo en una firma global adorada por las ‘celebrities’. Hablamos con Úrsula Mascaró, la directora creativa de Mascaró y Pretty Ballerinas.

' Los diseñadores creamos sueños y los políticos, pesadillas', afirma Úrsula Mascaró para resumir el momento vital en el que se encuentra. Porque el grupo Mascaró celebra en 2018 su centenario y Úrsula tiene que hacer malabarismos para lidiar con su doble faceta: la de directora creativa de la firma que fundó su abuelo Pedro hace ya un siglo, en la localidad menorquina de Ferreries, y la de promotora de la plataforma Mos Movem, que lucha 'por una sanidad sin fronteras lingüísticas' en Baleares. 'Mi mundo son los zapatos pero aquí tenemos un problema muy gordo y para mí es una obligación social, moral y espiritual no mirar hacia otro lado', dice esta confesa ' activista accidental'.

Todo empezó con su apoyo a una manifestación a favor de los médicos que se oponen a la obligación de aprobar un título de catalán para poder acceder a los contratos y las promociones internas. 'En las islas ya tenemos bastantes problemas para captar médicos por el elevado coste de la vivienda o la dificultad para crecer profesionalmente, como para añadir uno más que no tiene ningún sentido. De hecho, el año pasado, de las 7.000 quejas que hubo en materia de sanidad en Baleares, solo cinco fueron porque no les hablaran en catalán. Yo solo intento transmitir a los gobernantes lo que quiere la sociedad civil, pero lo mío no es la política', afirma Úrsula Mascaró con rotundidad.

Úrsula Mascaró ha consolidado la firma menorquina en el mercado internacional y entre las celebrities. / Alex del Río

Ser fiel a sí misma

De pequeña ya jugaba con sus hermanas Lina y Luisa –la mayor, directora comercial de Mascaró, y la pequeña, artista plástica– con retales de cuero y enseguida empezó a ayudar en la empresa familiar durante los veranos. Sin embargo, también pasó una fase de rebeldía en la que renegó de su ADN. ' Yo no quería trabajar con mi familia, así que me fui a Londres a estudiar interiorismo. Lo que pasa es que a veces es difícil luchar contra el destino y me dejé llevar', admite. Así que regresó a Menorca y se puso manos a la obra para poner al día Mascaró, la firma que creó su abuelo, que su padre, Jaime Mascaró –fallecido hace tres años–, hizo crecer y colocó en el mapa y que Úrsula ha convertido en referencia 'fashion'. 'Él me dio dos buenos consejos: que fuera siempre fiel a mí misma y que buscara la felicidad en el trabajo. Por eso hoy en día, mis colegas son también mis amigos', explica. Con estas premisas, a la línea original, Mascaró, centrada en zapatos salón y botas, le siguieron Úrsula Mascaró, más 'trendy' y sofisticada y, desde hace ya 13 años, Pretty Ballerinas, referente mundial en bailarinas, a las que también se han sumado mocasines, 'mules' y 'slippers' bajo el nombre de Pretty Loafers.

Decir que en el diseño de calzado está todo inventado quizá sea demasiado dramático, pero lo cierto es que innovar no es nada fácil. 'No se trata de una escultura; al final es un zapato donde tiene que entrar un pie y poder caminar. La horma es el alma', explica. Tal vez por eso la aparición de Pretty Ballerinas supuso un auténtico bombazo en el sector. La socorrida –como decían nuestras madres– pero previsible manoletina se transformaba así en un zapato apetecible que calzaban las 'it girls' de todo el planeta.

Úrsula Mascaró ha consolidado la firma menorquina en el mercado internacional y entre las celebrities. / Alex del Río

100 años entre cueros y sueños

Solo hizo falta que Claudia Schiffer y Kate Moss las adquirieran –y fueran captadas por los impulsores del 'street style'– para que todas quisiéramos tener unas Pretty. Pero su origen, como el de muchas grandes ideas, fue producto casi del azar. 'Cuando mi ahora exmarido, David Bell, se instaló en Menorca pensamos en crear algo que pudiéramos vender fácilmente 'on line'. Un zapato de tacón siempre hay que probárselo, pero en el caso de una bailarina tienes un 90% de posibilidades de que te calce bien. Y el nombre Pretty Ballerinas surgió porque, como digo yo, su 'padre' es inglés y su 'madre' menorquina –cuenta–. Es verdad que fue como un regreso a los inicios porque mi abuelo comenzó hace un siglo haciendo zapatillas de ballet, pero no surgió de manera forzada'.

En los últimos Goya, unas 30 actrices llevaron nuestros modelos porque yo, como mujer, tengo muy en cuenta la comodidad en los zapatos".

Lo que no parece casualidad es que en el universo de los zapateros, eminentemente masculino, fuera precisamente una mujer la que reinventara un modelo que aúna dos conceptos aparentemente incompatibles: comodidad y elegancia. 'Puedes ir a trabajar o a una boda con unas bailarinas y estar ideal y muy femenina. Los hombres suelen tener esa relación fetichista con los zapatos pero yo me los pongo y no quiero sufrir. Por ejemplo, en la última gala de los Goya, unas 30 actrices llevaron modelos de Mascaró porque yo, como mujer, tengo muy presente la comodidad', cuenta. De hecho, Úrsula, es fan de las botas en invierno y de las sandalias planas en verano, y nunca la verás caminando con más de seis o siete centímetros de tacón.

'Menorca te da una gran estabilidad para trabajar', dice Mascaró de la isla donde mantiene su cuartel general. / alex del Río

Gracias, entre otras cosas, a este espíritu visionario, Mascaró ha llegado a su centenario con otras tantas tiendas en 22 países. 'Como decía Stephen Hawking, ' la inteligencia es la habilidad para adaptarse a los cambios' y Mascaró ha sabido evolucionar con ellos –explica–. Si echo la vista atrás, me produce una satisfacción y una alegría enorme pensar que llevamos un siglo haciendo zapatos en Menorca'. De momento, para celebrar el camino andado, han escogido a la 'influencer' Olivia Palermo como embajadora de Pretty Ballerinas. 'Representa a la perfección una firma femenina, poderosa y desinhibida que ya es casi como un estilo de vida porque también cuenta con perfume, zapatos de otros estilos, bolsos y accesorios', explica Úrsula.

El perfil cosmopolita de Palermo también encaja con la vocación internacional de Pretty Ballerinas, que ya dedica la mayor parte de su producción a la exportación. 'Hacemos patrones universales, pero es verdad que algunos países tienen sus particularidades. Hay modelos que en seguida decimos 'este es perfecto para Inglaterra o para Japón'. Incluso dentro de nuestro país hay diferencias, aunque, en general, las españolas somos bastante atrevidas: nos encantan el color, las flores, las plumas... ¡Somos modernas!', cuenta riéndose. 'Menorca da mucha estabilidad – dice–, pero para inspirarnos viajamos bastante a ciudades como París, Milán o Nueva York. Nada como pasear por la calle o ir a restaurantes y discotecas para ver lo que se pone la gente. Es la que manda. Mira las reivindicaciones y la rebeldía que vemos hoy en día en la moda. Los empresarios, los diseñadores... todos tenemos que implicarnos con lo que ocurre en nuestra sociedad'.

Úrsula Mascaró / alex del Río

De Olivia Palermo a Sassa de Osma

Como ya había ocurrido años antes con Claudia Schiffer o Kate Moss, Olivia Palermo, fue fotografiada por la calle con unas Pretty Ballerinas. La imagen fue tan celebrada en la sede de Mascaró, en Menorca, que cuando se plantearon cómo festejar los 100 años del grupo, surgió su nombre. '¿Por qué elegir a otra como imagen si ella adora nuestros zapatos y encarna nuestra filosofía?', explica la directora creativa de las tres marcas de la compañía: Mascaró, Úrsula Mascaró y Pretty Ballerinas. Y la experiencia no ha podido ser mejor. 'Olivia es muy trabajadora y profesional. Ella ha escogido sus ocho modelos favoritos y se ha encargado de crear los 'looks', el maquillaje y el peinado. Y repetía las veces que hiciera falta', cuenta. Algo parecido ha sucedido con la peruana Alessandra de Osma, que vive en Madrid y acaba de casarse con el príncipe Christian de Hannover, y que será la imagen de Pretty Ballerinas en la próxima temporada otoño-invierno. 'Tenemos una relación con Sassa que viene de lejos, porque ella tiene una franquicia de Pretty en Lima. Es también muy guapa, tiene mucho estilo y siempre le decíamos que algún día tenía que ser nuestra embajadora. No nos gusta forzar las cosas, preferimos que surjan con naturalidad, como ha ocurrido con Olivia y Sassa', dice Úrsula Mascaró.

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