El segundo vestido de novia de Rocío Osorno es un sueño

Llevamos unas semanas súper intensas en lo que a bodas de famosas e influencers se refiere. Además de las nupcias de Belén Esteban y María Pombo, hemos visto el espectacular vestido de novia de Sophie Turner, un diseño de Nicolas Ghesquière para Louis Vuitton de impresión, y el de Carlota Casiraghi, un diseño romántico que recordó muchísimo al que llevó su madre, Carolina de Mónaco. Pero, además, tenemos la sorpresa añadida del segundo vestido, un corto y cambio que puede ser radical, como en el caso de Pilar Rubio, o totalmente congruente, como en el de Rocío Osorno. Por elegante y coherente, nos quedamos con la diseñadora sevillana. Su segundo vestido era un sueño.

Ls expertas en moda no han dudado un segundo: si el vestido que llevó a la ceremonia religiosa en la catedral de Sevilla era digno de una reina, el que Rocío Osorno estrenó en la cena posterior parecía, directamente, el de la Cenicienta en el baile. Se trata de otro diseño confeccionado por su propio taller con tirante fino y bustier con escote corazón, bordado con delicada pedrería, y una falda con volumen confeccionada con numerosas capas de tul.

El vestido de baile llevaba, además, la espalda totalmente descubierta, algo que sí tiene en común con su primer vestido, cuyo escote también se situaba a la espalda. Lo que sí mantuvo a lo largo de toda la noche fue la espectacular tiara de la firma sevillana Marucca, dispuesta en tres niveles cuajados de pedrería y flores esmaltadas.