Estas colecciones cápsula de firmas de lujo nos hacen soñar con las vacaciones

El arte de la evasión es un lujo con el que ahora mismo todos soñamos. Con los planes de viaje de verano aparcados hasta nuevo aviso pero lejos de caer en la resignación y con un espíritu hedonista inquebrantable, las firmas de lujo acuden al rescate gracias a una serie de colecciones cápsula inspiradas en lugares exóticos que nos transportan con solamente verlas a destinos vacacionales donde lo único que importa es disfrutar.

Con el infalible gancho de la nostalgia ya hemos visto como firmas patrias han apostado por devolvernos a los veranos de nuestra infancia en los 80 o darle a la estética streetwear un giro alegre y colorido. Pero esto solo era el comienzo. Las nuevas propuestas de firmas como Louis Vuitton , Burberry, Dior o Loewe llegan en forma de colecciones cápsula que, en el más estricto sentido de la palabra, encierran ese espíritu vacacional al que no podemos resistirnos y que a través de colores brillantes y estampados tropicales insuflan al armario una cálida brisa estival.

Una escapada veraniega entre amigas a una paradisiaca isla caribeña es la historia que Louis Vuitton aprovecha para contarnos en la presentación de su colección LV Escale. La firma francesa es toda una experta en hacernos viajar a través de sus creaciones, y en esta ocasión se ha inspirado en la ancestral técnica del teñido japonesa llamada shibori, que consiste en hacer nudos en los tejidos antes de aplicar el color. Un novedoso enfoque a una de las técnicas de estampado que protagonizan la temporada: el tie dye.

Además de un amplio repertorio de prendas en las que el logotipo de la firma parisina se reinventa como en biquinis, shorts, camisas y rebecas, los accesorios juegan un papel muy importante y destacan los bolsos como el clásico modelo Speedy, o las sandalias, los gorros, los fulares y las gafas de sol declinados en tres colores: azules, rojos y pasteles.

El invitado más especial de este viaje es el bolso modelo Onthego, que ya se ha convertido en un imprescindible en las colecciones de Louis Vuitton y que para esta ocasión ha sido el elegido para versionarlo en 25 diseños en los que el efecto desteñido se combina con nombres de ciudades bordadas que evocan esos viajes estivales, de Capri a Mikonos, a Rio de Janeido o Phuket entre otros.

La firma británica Burberry, capitaneada por Riccardo Tisci, destapa la colección TB Summer Monogram, donde juega a reformular su clásico logo en tonos tan llamativos como el azul eléctrico y el naranja neón, y que está protagonizada por Kendall Jenner, que representa ese carácter californiano desenfadado y moderno con el que la marca busca conectar con su nueva apuesta estética.

Entre las piezas que más nos han llamado la atención, shopping bags cuadrados para llevar como bandolera, sandalias de planaforma, bañadores y bodies de neopreno y un capricho en forma de tabla de surf.

El toque sofisticado lo pone Dior con su línea Dioriviera. En ella, la directora creativa de la casa francesa, Maria Grazia Chiuri, propone un recorrido por la costa mediterránea, desde Cannes a Capri pasando por Saint Tropez.

Su personal celebración de la dolce vita y el espíritu veraniego es una sinfonía en la que las rayas marineras se combinan con el clásico estampado de toile de Jouy versionado en tonalidades pastel con sus ya populares mensajes impresos como J’adior Portofino.

Este evocador viaje llena la maleta de básicos esenciales como camisas de popelín estampadas, alpargatas de esparto, gafas de sol de corte retro, pareos o el ya imprescindible bolso Book Tote de tela bordada.

Sin salir de casa, es Loewe la que nos regala el billete a uno de los destinos patrios por excelencia: ibiza. Lo de la firma española con Paula’s Ibiza es ya algo más que un romance de verano. Y es que van cuatro colecciones junto a la excéntrica y bohemia tienda ibicenca fundada en 1972.

Para la de 2020 Jonathan Anderson ha querido mantenerse fiel a uno de los pilares fundamentales de la firma, la artesanía, combinándola en esta ocasión con guiños a la década de los 90 y un símbolo tan representativo como optimista: el smiley.