Carolina de Mónaco, reina del estilo royal: cómo hacer del pantalón blanco una pieza clave y chic a los 60 años

La que tuvo, retuvo. Y Carolina de Mónaco ha sido, desde el momento de su nacimiento, una mujer bellísima y elegantísima. No obstante, su madre, Grace Kelly, también fue un espectáculo de mujer que encarnó el glamour de Hollywood, y también el royal, como nadie.

A sus 67 años, la princesa sigue siendo un ejemplo inimitable de elegancia y sofisticación unidos a una naturalidad que, juntas, resultan en una apariencia realmente fabulosa. La hermana de Alberto de Mónaco luce una madurez fantástica, sin retoques estéticos ni artificios que demuestra que encarna el mejor chic parisino –monegasco, en su caso– que podamos imaginar.

Y si nos fijamos en su estilo más allá de los bailes y cenas de gala, Carolina de Mónaco es pura inspiración para algo tan aparentemente fácil, pero no tanto, como lucir un pantalón blanco como pieza clave en looks elegantísimos, sofisticados y a la vez cómodos y sin estridencia. Y en mujeres de más de 60 años quedan, como demuestra de sobra, de maravilla.

La madre de Carlota de Mónaco, otro referente de elegancia y sofisticación sin duda heredadas de su madre, es una mujer de belleza y estilo fascinantes. Desde muy pequeña ha lucido los mejores looks y las mejores marcas como protagonista de las fiestas y eventos más lujosos y glamourosos de cuantos se celebraban en Europa. Aún fascinan las fotos de aquellos eventos en los que tanto ella como su hermana Estefanía llevaban estilismos fabulosos que cada don por tres vuelven a estar de moda. Porque ellas, además de «niñas bien» y princesas, eran guapas, con una silueta formidable y, además, tenían en casa el mejor ejemplo: su madre Grace Kelly.

Si bien es cierto que la malograda esposa de Rainiero de Mónaco falleció demasiado pronto, en 1982, sus apenadas hijas habían recibido en herencia, aún sin saberlo, la personalidad y estilo a la hora de vestir. Estefanía, la menor de los tres hijos que tuvo el matrimonio principesco, siempre ha hecho gala de un estilo mucho más personal y de una elegancia menos ortodoxa. Pero de un estilazo, al fin y al cabo. Pero Carolina de Mónaco nunca ha perdido el título de ser la royal mejor vestida de Europa. Y del mundo. Porque al contrario que otras reinas de gran estilo y elegancia, en Carolina de Mónaco se dan otras dos características únicas en ella: la naturalidad y la sencillez.

Unas cualidades que la convierte en la gran excepción el mundo royal –la princesa ya ni se tiñe el pelo– donde el paso del tiempo no es generalmente aceptado y la sencillez, tampoco. Pero la princesa Carolina tiene un sentido de la elegancia tan inherente a su persona que solo ella puede convertir un sencillo pantalón blanco en una prenda de mucho valor, casi una joya. Ella es capaz de lucirlo en un evento de red carpet, con chaqueta de tweed y zapatos bicolor –dos piezas icónicas de Chanel, la maison que luce desde tiempos inmemoriales–, pero también con sandalias planas y camiseta de algodón para un momento más informal.

Si observamos los estilismos de la princesa en los que luce este básico de forma impecable, veremos que se cumplen varios requisitos: tiene que ser un pantalón de silueta amplia y cintura alta. Partiendo de esta base, deja claro que también se puede innovar, incluso con una prenda tan sencilla, optando, por ejemplo, por una versión con detalles de calados. Una estrategia que potencia su aire boho y que, además, no le resta un ápice de elegancia y glamour. Ella lo combina con sus adoradas chaquetas de tweed , en este caso de color rojo, collares largos de perlas y sandalias planas y el resultado no puede ser más espectacular y elegante.

Cuando le quiere dar una inspiración más fiesta al pantalón blanco, la princesa recurre a un truco de estilismo sencillo y efectivo: lucir la chaqueta de tweed, o de rayas marineras imitando su inspiración Riviera, cerrada y como prenda única. Con unas joyitas discretas, un bolso con asa de cadena –le da al estilismo un bonito toque de lujo– y, sobre todo, unos zapatos bicolor, el look resulta impecable, elegante y muy natural.

Como vemos, hablamos de varias piezas que simbolizan la quintaesencia del chic parisino de Chanel –chaqueta de tweed, perlas, zapatos bicolor, bolsos con asa de cadena–, pero que no todo el mundo es capaz de lucir con la misma elegancia. Y mucho menos a los 67 años.

Además, estos diseños icónicos de la maison Chanel, que cuentan con miles de «imitaciones» en otras miles de firmas, siempre han sido consideradas como potenciales piezas que envejecen el look. Y nada más lejos de la realidad. A la vista están Carolina de Mónaco y su estilo fascinante. Con casi 70 años, la princesa continúa luciendo la misma fórmula estilística que ha llevado durante décadas sin cometer jamás ningún fallo.

Lo único es que ahora, cuando luce este tipo de outfits –no hablamos de eventos de gala–, la princesa sabe que optar por joyitas de aire boho y discretas, en lugar de «joyones», ayudan a rejuvenecer el look considerablemente. Y es que Carolina de Mónaco es una. La mejor.