Corsé y camisa, el imponente y elegantísimo look parisino que vas a querer llevar este otoño

Tal es el carácter cíclico de la moda que se recuperan tendencias no solo de hace décadas sino siglos. El romanticismo, la nostalgia y la feminidad han llevado a una corriente muy popular que famosas e influencers adoran: el princesscore o cottagecore. Normalmente asociado a los vestidos de princesa de cuento de hadas, ahora se actualiza en la versión 'royal' más escultural, opulenta y artística, o, para ser específicos, el estilo María Antonieta. ¿Sus señas de identidad? Las gargantillas de perlas y el corsé .

Aunque algunas lleven la controvertida prenda lencera como en aquella época, con raíces shakespirianas y, otras lo introduzcan bajo la estética ochentera, a modo más rockero y alternativo, el truco definitivo para estilizar el corsé y, que resulte ultra sofisticado y favorecedor, es 'à la française'. Protagonista del street style de la última Fashion Week de Paris, el corsé se incorpora a los estilismos para acentuar la famosa silueta reloj de arena o 'New Look' emblemático de Dior y los años 50. De hecho, el look parisino es muy similar, con la clave de agregar una camisa, para que sea ponible, discreto y distinguido.

Afortunadamente, los corsés ya no son las piezas opresoras que eran así que no te preocupes por la comodidad, porque los hay elásticos. Su función es crear un efecto contraste en la figura, estrechando la cintura, además de elevar el look con algo diferente y elegante. Como para muchas puede ser arriesgado, el truco está en combinarlo con una camisa debajo.

El conjunto de camisa blanca y corsé negro es infalible. Las francesas lo llevan con diferentes cortes, como cuellos bobos, mangas abullonadas o fit oversize, pero la clásica camisa funciona a la perfección, abotonada hasta arriba o con un pelín de escote. O bien, camisas a rayas o estampadas.

La parte de abajo, una falda midi, mejor con volumen, para asemejarse más al 'New Look'. Puedes optar por plisadas en efecto piel, aunque, las de tubo o las satinadas también son una maravilla en este estilismo.

Por supuesto, con pantalones queda igual de bien. De traje anchos, cropped y ajustados, leggings flare, bajo split, de cuero o vaqueros. La cuestión reside en jugar con las capas y las proporciones.

Para darle más usos y continuar en la línea de la elegancia, hay más mezclas que funcionan con el corsé. En realidad, todas. Con una camiseta básica o gráfica resulta casual y rejuvenecedor. Junto a un jersey de cuello alto o uno oversize es perfecto para invierno. Con una blazer o un traje completo y, añadiendo un cinturón a la ecuación.

Otra fórmula igual de favorecedora y fácil de llevar es en vestidos. Mini, midi o maxi. Camiseros, de punto, vaporosos, estampados, satinado o efecto piel. Y, de igual modo, con monos.

No le temas al corsé porque queda demostrado que es lo más versátil, fresco y distinguido con lo que renovar tu look en otoño, con el aprobado de las parisinas.