ESTILOSA Y ORGÁNICA
ESTILOSA Y ORGÁNICA
Desde que comenzaron su relación, las apariciones públicas de Kate Middleton y el príncipe Guillermo, antes duques de Cambridge y tras la muerte de la reina Isabel, príncipes de Gales, son seguidas con entusiasmo. Sobre todo por los grupos de fans de una de las parejas royal más queridas del país, muy por encima de Carlos y Camila y años luz de los, ahora defenestrados, Harry y Meghan.
La última salida que han protagonizado los futuros reyes del Reino Unido, ha vuelto a poner de manifiesto la naturalidad y espontaneidad de la pareja. Kate y Guillermo han visitado el primer batallón de los Guardias Galeses (The Welsh Guards) en Windsor. Era un momento histórico para el heredero ya que es su primera visita desde que se convirtió en coronel del regimiento.
La jornada ha transcurrido entre posados oficiales, saludos y volteretas. De hecho, uno de los momentos más divertidos se ha producido cuando un niño ha realizado una pirueta ante la mirada curiosa y sorprendida de la princesa. Durante el desfile, también se reunió con varios niños con los que estuvo charlando distendidamente.
El look de Kate, como casi siempre, era impecable: la ola de frío no es una cosa solo que estemos experimentando en España, y la princesa se ha decantado por un abrigo rojo de Alexander McQueen que resaltaba entre tanto uniforme gris. La princesa, que puede presumir de tener una impresionante colección de abrigos, lo ha combinado con botas de Gianvito Rossi, bolso de Mulberry y un sombrero de Juliette Botterill.
Pero lo que más ha llamado la atención, sobre todo para todos aquellos que no están familiarizados con la historia del país, es que la la princesa lucía un puerro en la solapa. El detalle puede parecer a priori estrafalario, pero tiene su explicación. El puerro, es el símbolo de Gales.
Según cuenta la leyenda, el rey de Gwynedd, Cadwaladr, en el siglo VII, ordenó a sus hombres que ataran un puerro a su armadura para poder distinguirlos fácilmente del enemigo en la batalla. La práctica se habría conservado hasta nuestros días para instruir a sus guardias a usar puerros en el día de San David, consolidando la práctica.
La réplica que ha llevado hoy Kate perteneció a la reina Isabel II. Fue un regalo del regimiento a la soberana, y para realizarlo pagaron 12 peniques cada uno. En las décadas siguientes, la monarca lo lució en la mayoría de los eventos en los que participó la Guardia Galesa como símbolo de respeto. Este símbolo está tan arraigado que durante el desfile, el príncipe ofreció puerros a los oficiales y guardias.
La aparición de la pareja se produce en un momento efervescente y movida: los príncipes de Gales visitaban ayer mismo el sur de Gales (con clase de spinning incluida) mientras al otro lado del charco se producía la reaparición de Meghan Markle, al tiempo que el rey Carlos estaría desalojando (según una información del diario británico The Sun) al los duques de Sussex de su residencia en el Reino Unido, Frogmore Cottage, para ofrecérsela al príncipe Andrés.