Fernanda Biffi y el resto de familiares de Stefano Casiraghi con los que mejor se lleva la princesa Carolina de Mónaco (y sus hijos)

Son los Casiraghi que no protagonizan las portadas de las revistas, al contrario que Carlota y sus hermanos Andrea y Pierre , pero en el mundo de los negocios tienen tanto glamour y prestigio como ellos. La familia política de Carolina de Mónaco, hoy princesa de Hannover , con la matriarca de la familia al frente, Fernanda Biffi, han sido desde siempre uno de los grandes apoyos financieros y sentimentales de la hija de Grace Kelly y el príncipe Rainiero, y aún hoy es posible cómo esos lazos invisibles unen a todos los Casiraghi, famosos o no, a pesar de que ya han pasado 30 años de la muerte de Stefano.

La boda entre Carolina y Stefano fue bien recibida tanto por el príncipe Rainiero, que después del matrimonio de su primogénita con Philippe Junot la elección de Stefano le pareció la solución a todos sus problemas con su hija, como por los Casiraghi en pleno con Fernanda Biffi y Giancarlo Casiraghi al frente del clan.

Los lazos que comenzaron con aquella boda de diciembre de 1983 se ahondaron aún más con la llegada de los tres hijos de la pareja: Andrea, Carlota y Pierre. Por ejemplo, Marco Casiraghi, el hermano más cercano de Stefano, ingeniero y apasionado de las ciencias, se convirtió en el padrino de Andrea en su bautizo y, décadas más tarde, el mentor de Pierre Casiraghi en los negocios.

El pequeño de los Casiraghi Grimaldi se especializó en Economía en la Universidad Bocconi de Milán y acabó trabajando junto a su tío en la constructora Engeco que creó su padre en los años 80. Juntos, tío y sobrino, son responsables del lujoso Club Naútico del principado que diseñó Norman Foster.

Los otros dos tíos de los Casiraghi monegascos también se han dedicado con éxito a los negocios. Rosalba Casiraghi se independizó de los negocios familiares y llegó a lo más alto del mundo empresarial llegando a la cúpula directiva del banco Intesa Sanpaolo (la única mujer en ese puesto en aquel momento).

Daniele Casiraghi, el tercer hermano de Stefano, también se dedicó a los negocios familiares hasta su muerte temprana en 2016. Pero si hay un miembro de los Casiraghi que sigue al pie del cañón con todo el clan monegasco, esa es la matriarca Fernanda Biffi Casiraghi.

La matriarca del clan tiene ya 97 años y para algunos protagonizó las imágenes más tiernas de la boda de Pierre Casiraghi con Beatrice Borromeo cuando se presentó del brazo y dando besos a otra yaya entrañable: Marta Mazotto, la abuela de la novia.

Fernanda Biffi Casiraghi, como todos los que llevan su apellido, tiene un buen olfato para los negocios. Junto a su marido Giancarlo Casiraghi modernizó la empresa familiar y ganó una fortuna gracias a la importación de petróleo. Aunque es modesta, discreta, longeva y vive retirada en una preciosa villa en Fino Mornasco, cerca del lago Como, siempre es posible verla en las grandes ocasiones monegascas con Carolina al lado besándole las mejillas. La princesa de Hannover aún la llama «mamma».

Su devoción por sus nietos es legendaria y por ella nos enteramos que Andrea Casiraghi se ponía la ropa de su difunto padre cuando murió porque le echaba de menos, que Carlota Casiraghi la visita frecuentemente en su villa italiana y es muy cabezota y que le echó una buena bronca a Pierre cuando de joven le pillaron haciendo grafittis en Milán aunque es muy buen chico… lo que diría cualquier abuela de sus adorados nietos sin necesidad de apellidarse Grimaldi.