de cena privada
de cena privada
Desde que cumpliera los 18 años y su papel en la monarquía española se conviertiera en protagonista, la princesa Leonor ha sufrido un cambio estilístico evidente. Lo que dicen de niña a mujer. Y tal es el éxito que está teniendo, que todo lo que se pone consigue robar el protagonismo a su madre la reina Letizia, icono de estilo y acaparadora de miradas allá donde va.
Prueba de ello ha sido la cena privada a la que ha asistido en Mallorca. Tras arrasar en los Juegos Olímpicos de París, anto ella como su hermana la infanta Sofía han aparecido públicamente por primera vez este año en las que son sus vacaciones oficiales. Y la princesa ha demostrado que está preparada para ser la próxima royal española mejor vestida.
La familia real al completo, ya reunida tras las Olimpiadas de París, ha hecho su primera salida familiar en esta noche de domingo. Los cuatro, junto a la reina Sofía y su hermana Irene, ha salido a cenar a un restaurante en lo que ha sido un encuentro sorpresa que no se ha escapado a algunos de los fotógrafos que allí se encontraban.
A su llegada al local, la princea Leonor ha hecho alarde de este protagonismo y ha aparecido empujando la silla de ruedas en la que iba Tatiana Radziwiłł, la mejor amiga de la reina Sofía y una habitual en sus vacaciones en Mallorca. Y sí, el look de Leonor ha sido de lo más comentado.
A pesar de que se decantó por un look con una fórmula de colores sencilla y discreta, lo cierto es que era un outfit que no pasó desapercibido por los accesorios que usó para completarlo. Pero, en primer lugar, hablemos de la base del look, un vestido camisero ideal y muy ponible.
La prenda es un modelo de la firma española Polín et moi. La prenda midi y de manga corta se trata del modelo Ruth, que actualmente se encuentra en la web de la firma con un -38% de descuento. ¡No está nada mal!
En cuanto a los complementos, Leonor sorprendió y arriesgó. Y no, no nos referimos a los zapatos, unas alpargatas de cuña de Mint&Rose que tanto le hemos visto, sino al bolso y al collar. Este primero era un diseño de estilo shopper y de color azul, a contraste con el binomio blanco y negro del vestido.
Y sí, el otro elemento a destacar del outfit de la princesa de Asturias fueron las joyas. A pesar de que Leonor suele escoger piezas sencillas y discretas, pero con mucho significado, esta vez sorprendió con un collar que se llevó gran parte del protagonismo del look.
Se trata de una pieza de lo más veraniega protagonizada por una flor violeta cristalizada colgante de una cadena dorada. Un accesorio ideal que combinó con unos aros dorados con piedras de colores. En definitiva, una fórmula diferente a lo habitual perfecta para esta primera salida en familia.