La reina Letizia junto al rey Felipe en la procesión del Encuentro en Madrid. /
Las vacaciones de Semana Santa de la familia real era uno de los acontecimientos más esperados del año, tanto para el rey Felipe como para la reina Letizia, que aguardaba impaciente la vuelta a casa de sus hijas, la princesa Leonor , y la infanta Sofía.
Juntos han sido vistos a las puertas de la Iglesia de Las Calatravas, situada en la calle de Alcalá, justo al inicio de una de las procesiones más importantes del Sábado Santo para los madrileños, la del Encuentro, donde se espera cada año la salida del Cristo Yacente y de la Virgen de la Soledad para adorarles.
Mientras el año pasado pudimos verles en una escapada sorpresa al madrileño pueblo de Chinchón, donde la reina Letizia lució una blusa bordada preciosa, esta vez han preferido acercarse hasta la capital como parte de uno de los planes que habían marcado en su agenda personal.
Para esta ocasión, Letizia se ha mantenido totalmente sobria en su estilo y ha llevado tonos muy oscuros y muy acordes al estado del día, lluvioso y encapotado. La reina ha escogido un abrigo de paño y diseño recto en color azul marino, unos vaqueros con el bajo ligeramente ancho, sus habituales zapatos cómodos con suela track, un pañuelo negro y un bolso shopper en el mismo tono.
El detalle final, un paraguas en mano ante la continua amenaza de lluvia. Eso sí, finalmente no han podido ver la salida de la procesión, ya que ha sido cancelada por la previsión del temporal. Sí que han sacado brevemente las figuras del Cristo y de la Virgen y han abierto las puertas de la iglesia a todos los asistentes.
Lejos de tiempos convulsos, como el célebre encontronazo que protagonizara con su suegra, la reina Sofía, en la misa de la Pascua de 2018 en la catedral de Palma, doña Letizia busca estas vacaciones de Semana Santa solazarse en el amor de sus hijas, a las que ha tenido lejos durante estos últimos meses.
Leonor y Sofía, llegadas desde Zaragoza y Gales respectivamente, se han reencontrado de nuevo con sus padres, en lo que ha supuesto la primera reunión de los cuatro desde las pasadas fiestas de Navidad. Las dos jóvenes no se reincorporán a sus respectivos estudios en la Academia Militar y en el UWC Atlantic College hasta primeros de abril, una vez haya finalizado esta Semana Santa.
Antes de las vacaciones, los reyes Felipe y Letizia llevaban a cabo sus últimas apariciones públicas. El monarca presidía la Asamblea de la Diputación Permanente y Consejo de la Grandeza de España y Títulos del Reino, mientras que la reina entregaba unos premios de la Fundación ONCE para proyectos tecnológicos que ayudan a las personas con discapacidad.
Poco después, el matrimonio era 'cazado' en una escapada secreta por el centro de la capital, que incluyó un paseo por Tirso de Molina y una visita al cine, algo que suelen hacer con cierta asiduidad. Las redes sociales reseñaban también que los royals terminaban su informal cita nocturna en un popular restaurante de la zona, la Marisquería Perlota.
Dejando atrás sus habituales visitas a las Islas Baleares, recordemos que el año pasado los reyes y sus hijas revolucionaban Chinchón cuando decidían realizar una visita sorpresa a la turística localidad madrileña. La familia real se desplazaba allí para asistir a la representación viviente de la Pasión de Cristo durante el Sábado Santo. En cualquier caso, y como años anteriores, los reyes han dejado su agenda oficial despejada para poder pasar estos días tranquilos y de forma privada con Leonor y Sofía.