La cita para desayunar es en el restaurante Jardin d'Hiver del Hotel de Crillon, en París. Llega puntal y radiante, aunque la noche anterior presentó la colección de 2023, en un desfile con cientos de invitados, entre ellos Carla Bruni, Naomi Campbell o Gigi Hadid, y después celebró una fiesta. Es cercana, cariñosa, una de esas personas que transmite al instante la confianza de conocerla desde hace tiempo. Irradia un aplomo nada intimidatorio, aunque en solo 18 años ha creado un imperio en un sector con firmas centenarias.
Desde su arranque en 2005, Valérie Messika, de 46 años, ha abierto 30 boutiques y 450 puntos de venta en otras joyerías de 55 países. Vende una joya cada 10 minutos, con precios que van de los 1.000 € a más de 1,4 millones; crea 100 modelos nuevos cada año; recibe 300.000 visitas mensuales en su web y algunas de sus líneas, como Move (con diamantes móviles), son iconos de la joyería que lucen Beyoncé, Charlize Theron o Selena Gomez.
«¡No, no, no es un imperio, solo un mini imperio!», dice riendo. Durante el desayuno, se acercan a saludarla la mujer de su padre, su marido y director general de la firma, Jean-Baptiste Sassin, una de sus dos hijas y su padre, André Messika, un prestigioso corredor de diamantes desde hace 50 años. Se disculpa por tanta interrupción con una naturalidad poco frecuente en una entrevista.
MUJERHOY. ¿Qué le transmite su padre ante el éxito rotundo que ha conseguido? Me imagino que estará orgulloso...
VALÉRIE MESSIKA. Ayer en el desfile estaba llorando. Se emocionó tanto que se le saltaron las lágrimas.
MH. Y hace 18 años, cuando decidió dar el salto y crear la firma, ¿qué opinaba?
Mi padre estaba preocupado. Sabe muy bien lo complejo que es este mundo y me decía: « Tienes una posiblidad entre 100 de tener éxito». Así era, la verdad, pero a pesar de todo me dio alas y me apoyó para seguir adelante. Siempre ha estado a mi lado, dándome consejos, diciéndome que no me preocupara por nada a la hora de comprar diamantes, que si surgía algún problema con la calidad, por ejemplo, él estaría ahí para ayudarme a devolverlos y resolverlo todo... «Tú, concéntrate en tu trabajo», me insistía siempre.
MH. Su intención es cambiar la percepción sobre los diamantes, quitarles esa carga de trascendencia que tienen. De hecho, su eslogan es «Diamantes disruptivos» y en el desfile de este año las modelos llevaban ropa de deporte. ¿Diamantes para ir al gimnasio?
Sí, claro, ¿por qué no? Diamantes para la vida, sea cual sea la vida que lleves. El riesgo no me asusta. Cuando empezamos a preparar el desfile y tomé la decisión de hablar con Adidas para los estilismos, estaba un poco preocupada por cómo hacerlo para que se entendiera bien el mensaje, pero la estilista hizo muy buen trabajo y le dimos un toque años 90 que funcionó muy bien.
MH. Messika también es disruptiva, porque es la única firma de joyería que celebra desfiles con modelos.
¡ Por culpa de Kate Moss! [Risas]. En 2020 creamos una colección de joyas con ella. Diseñamos piezas de moda, porque a ambas nos gusta mucho la moda, así que cuando pensamos cómo presentarla, no queríamos hacerlo de una forma tradicional, en un salón, con joyas guardadas en una vitrina o sobre un busto. Queríamos mostrarlas de una manera viva, dinámica, tal y como las llevamos las mujeres. Así que decidimos hacer un desfile y hemos continuado con este formato. Este desfile ha sido más sencillo, porque ya teníamos la experiencia.
MH. Organizar un desfile de joyas no puede ser fácil de ninguna manera: es como una joyería en movimiento, como una caja fuerte andante...
Sí, tienes razón, hay que tener en cuenta muchas variables. Pero había mucha seguridad, más de 80 personas, aunque a simple vista no se vieran. Solo un apunte: el collar con el que Naomi Campbell cerró el desfile llevaba 110 quilates de diamantes. Y el que llevaba puesto Gigi Hadid tiene un valor de un millón de euros.
MH. Y todo salió según lo previsto.
Sí, afortudamente. Aunque no lo dijimos, yo estaba nerviosa por saber si Naomi Campbell llegaría a tiempo. Estuvo esperando tres horas en el avión por la huelga de controladores en Francia. Su agente me dijo que igual al aterrizar en París, según su humor, decidía no hacer el desfile. Pero llegó y fue encantadora con todo el mundo. Y pidió disculpas por llegar tarde. Me pareció muy dulce y me dijo que, aunque nunca sonríe desfilando, lo había hecho porque se sintió muy empoderada y contagiada por el buen ambiente que había.
MH. Mucha gente, cuando piensa en joyas y diamantes, imagina bodas, aniversarios, grandes fiestas... Vuelvo al tema anterior, ¿cómo ha conseguido cambiar esa percepción colectiva?
Es mi mensaje, mi filosofía desde el principio: ofrecer joyería para cualquier ocasión, para todas las ocasiones, también diamantes para vestir con vaqueros en el día a día. No necesitas ir a una boda o a una fiesta para ponerte un diamante y luego guardarlo, puedes llevarlo a diario. Quiero dar la vuelta a esa visión tradicional de la joyería.
MH. Es usted valiente y lo fue más hace años.
[Risas]. La verdad es que no lo soy demasiado. Pero la gente que tenía alrededor me animó, confió en mí y me hizo tener seguridad y creer en mi instinto... Por otra parte, cuando eres muy joven no eres tan consciente de los riegos que asumes, no los ves o no te importan tanto. Ahoya soy mucho más consciente de que los tomamos, de que podía haber sido peligroso y no haber funcionado.
MH. Pero funcionó y ha creado un imperio.
¡No, no, no es un imperio, solo un mini imperio! [Risas] Estamos hablando de que competimos con auténticos gigantes, con grupos como LVMH, Richmond, Kering...
MH. ¿Tiene más mérito por haber creado una firma de joyería que si hubiera fundado una firma de moda?
No, yo creo que es más difícil tener éxito en la moda, porque hay muchas marcas y existe una mayor competencia en el mercado. El de la joyería no es un mercado que se encuentre tan saturado.
MH. Pero la joyería tiene dos handicaps: las colecciones requieren una mayor inversión y los precios, al ser más elevados, hacen que la gente se lo piense más y quizá acuda a firmas que conoce.
Bueno, nosotros estamos en el camino. Espero que un día Messika esté también en el inconsciente colectivo.
MH. ¿Por qué trabaja solo con diamantes?
Fue la única condición que me pidió mi padre: «Tienes que tener monoproducto, porque el mensaje será más directo y los consumidores verán que eres especial, que tú haces algo que no hace nadie más». Tenía razón: había que contar al consumidor final que somos grandes especialistas en este terreno. Los diamantes son lo nuestro y también trabajamos diamantes con color, amarillos, negros... Pero si trabajas con esmeraldas, rubíes y otras piedras preciosas, eres como todos los demás.
MH. ¿Ha cumplido todas sus metas?
Sí, auque siempre estoy reinventándome y buscando nuevos objetivos, persiguiendo cosas nuevas. Eso es la vida.