Si hay un fenómeno de la cultura pop que marco el estilo de las mujeres de los 90, ese fue la serie Friends. Los looks de los personajes de Rachel, Monica y Phoebe representaban a la perfección la personalidad de estas chicas, a la vez que las tendencias de la época. Además, eran super ponibles, lo que los hacía fácilmente replicables a diario. Gracias a este papel, Jennifer Aniston se postuló como uno de los más influyentes iconos noventeros. ¡Todo lo sentaba a las mil maravillas! Al ser Rachel Green una fanática de la moda, sus elecciones siempre eran acertadas y la evolución en su vestuario iba madurando junto a ella. Desde la estética naíf de niña pija de papá, pasando por el espíritu despreocupado neoyorquino hasta la elegante y glamourosa mujer minimalista en la que se convirtió.
Muchos de estos estilismos han dejado huella en el imaginario colectivo de las fashionistas, recurriendo cada cierto tiempo a ellos como fuente de inspiración. Pero, posiblemente ninguno haya marcado tanto como aquel vestido verde menta, de tirantes anchos, escote cuadrado y abertura lateral. Esta prenda combina sencillez, sofisticación, un pelín de sensualidad y el color de la temporada (el verde). Rachel elevó la formalidad del vestido añadiendo una chaqueta a juego, en el mismo tejido y tono, tan populares en los noventa. Nosotras lo vemos claro: es un 10. Aunque al personaje de Aniston le costó un poco más decidirse por él.
Lo cierto, es que el capítulo donde aparece con este look va sobre una situación con la que todas nos sentimos identificadas, sobre todo cuando se trata de vestir para eventos importantes. El episodio, «En el que nadie está listo» de la tercera temporada de Friends, cuenta cómo Ross reúne al resto para ir a un acto especial en su Museo y su frustración al ver que cada uno anda enfrascado en su mundo, sobre todo Rachel, que no es capaz de decidirse sobre su modelito y, ante la reprimenda de Ross, sale en pijama para decantarse por no ir. Al final él se disculpa y la convence, haciendo ella su espectacular salida de la habitación con este vestido.
La prenda, que ya forma parte de la historia de la moda, está ahora a nuestra disposición, porque la marca Whistles ha sacado una copia idéntica. La nueva versión está pensada como vestido de invitada o dama de honor, aunque esta réplica del traje de Jennifer Aniston de 1996 vale para cualquier otra ocasión, dependiendo de cómo se estilice. Sin duda, es una opción genial para la temporada de bodas que acaba de empezar. Pero, si te atreves, lo puedes llevar hasta con unas deportivas retro, para looks diarios, o con unas sandalias destalonadas, al compás de las tendencias noventeras, tan en boga.
Este vestido verde menta tiene una silueta entallada que no oprime y favorece a todas y, en la espalda, los tirantes se cruzan siguiendo la regla de moda actual (lo único en lo que se diferencia del de Rachel). ¿Su precio? 259 euros. Teniendo en cuenta que el diseño pertenece a su línea de invitada, no está mal. Eso sí, si eres una fanática de la serie y del estilo de Aniston, o te gusta coleccionar prendas icónicas, corre a por él, porque esta oportunidad no la vas a volver a tener. De hecho, ha causado tanto revuelo que está a puntito de agotarse y no sabemos si lo volverán a reponer.