No tengo dudas: estos son los vestidos más versátiles y frescos que arrasan en tiendas

En verano, si hay un básico con el que todas contamos —independientemente de nuestro estilo, forma de cuerpo o edad—, es con los vestidos más ponibles, versátiles y adaptables a cualquier momento y situación.

Nos gustan porque son frescos y porque su amplio abanico de opciones es tan amplio, que es realmente sencillo encontrar uno que sea afín a nosotras y a nuestras necesidades estilísticas, tanto en el día a día, como en las ocasiones más especiales.

Las más clásicas no se complican la vida. Ellas tienen claro que los vestidos blancos o aquellos de tonos lisos son opciones seguras que siempre triunfan. Sin embargo, las más modernas o aquellas que van un paso más allá, apuestan por tonos vitamina y estampados irresistibles que quitan años de encima.

Vestido de lino corto de Woman El Corte Inglés, 79,99 euros. Es amplio, muy cómodo y lo que interesa: fresco y elegante. Llévalo con sandalias planas, con tus zapatillas de verano o con las sandalias más elegantes.

Vestido largo de Tintoretto, 150 euros. Favorece a todos los tonos de piel, a todas las edades y se adapta a cualquier estética. Su estampado atemporal es claro: te lo podrás poner a todas horas y le sacarás mucho partido.

Vestido corto de flores de Pieces, 22,99 euros. Es un diseño clásico que arrasa cada temporada porque precisamente es ponible, elegante y tan atemporal que siempre es un acierto allá donde va.

Vestido corto verde de Desigual, 69,95 euros. Para aquellas que buscan un aire más divertido, original y juvenil, este diseño es toda una apuesta segura que llevar en tu maleta de vacaciones con sandalias planas o tus zapatillas de verano.

Vestido de manga francesa con flor de Lloyd's. 150 euros. Apto para los espíritus más minimalistas, elegantes y que emulan con sencillez la esencia del lujo silencioso, este vestido es una apuesta segura con la que irás de diez con complementos marrones o dorados.

Vestido halter de Sfera, 49,99 euros. El naranja es un clásico del verano que, aunque no es para todas, sí potencia los tonos bronceados. Combina genial con marrones, dorados y también con azules y verdes.