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Yolanda Díaz es una mujer con un destacado curriculum político. Su discurso amable pero firme y su ya célebre frase «le voy a dar un dato» la han convertido en una política respetada dentro y fuera del Congreso de los Diputados.
Además, su estilo a la hora de vestir llama la atención por la naturalidad y porque demuestra que una mujer empoderada y poderosa como ella puede, si quiere, vestir como realmente le venga en gana. No por ostentar un cargo político hay que prescindir de la ropa y los accesorios de firmas low cost o de look casual.
De ahí que sea habitual ver a la ministra y vicepresidenta segunda del gobierno luciendo pantalones vaqueros o vestidos lady perfectos tanto para el día a día de cualquier mujer como para acudir a uno de los numerosos eventos de su rutina como miembro del gobierno. Así demuestra su naturalidad y cercanía.
Nacida el 6 de mayo de 1971 en Fene (La Coruña) y abogada laboralista de profesión, Yolanda Díaz es ministra de Trabajo y Economía Social desde enero de 2020 y vicepresidenta segunda del Gobierno de España desde julio de 2021. Además de fundadora y coordinadora de la coalición de izquierdas Sumar. Se trata de una mujer respetada y admirada, y su forma de vestir también la ha ayudado en esta percepción que de ella tienen muchas ciudadanas y ciudadanos. Posee un estilo natural y común, similar al de multitud de mujeres con profesiones y vidas normales de este país.
Yolanda Díaz con unos vaqueros y blazer básica. / GTRES
Aunque es cierto que en ella, y dada su posición en el Gobierno de España, llama mucho la atención. A la ministra y vicepresidenta segunda le gusta vestir como lo hacía antes de llegar al poder, ya sea con pantalón vaquero o faldas y vestidos de aire más lady. Y casi siempre de marcas como Zara o Mango.
También cierto que en sus eventos de noche o fiesta –galas de cine y similares–, a Yolanda Díaz le gusta optar looks más sofisticados y femeninos que, gracias a su estupendo físico, luce con gran éxito. Se atreve con vestidos de transparencias o con escotes strapless, algo que probablemente una política más conservadora nunca llevaría como representante pública.
Blazer oversized, con doble botonadura, de TOMMY HILFIGER (390 €). Gafas de sol Begonia, de MÓ de MULTIÓPTICAS (49 €). Blazer en crepé, de ROBERTO VERINO (316 €). Vaquero pitillo, de ZARA (17, 99 €). Sandalia plana Judy, con tachuelas, de PRETTY BALLERINAS (119, 40 €). Bolso de mano en rafia, de KURT GEIGER (115 €). Zapato en piel dorada y negra, de GANZITOS (179 €). Pantalón vaquero 501, de LEVI'S (91 €). Collar con cordón y flor, de SIEDRÈS X MANGO (29, 99 €). /
La ministra de Economía y Trabajo Social es una mujer de hoy, moderna, progresista y cercana. Unas características que coinciden perfectamente con su estilo y en el que destaca su preferencia por las camisas blancas y, a ser posible, con grandes lazadas. Pero también recurre mucho al color rojo y al rosa, al binomio blanco y negro, a las chaquetas tipo sastre y, repetimos, a los jeans.
Y si algo tiene claro es que cuando se trata de sesiones en el congreso o actos institucionales prefiere el calzado con tacón. Eso sí, cuando acude a actos de campaña o visitas más de contacto con la gente, su look adopta un aire más deportivo y cómodo añadiendo zapatillas. Le gustan especialmente las Converse All Star.
Quien aún crea que una mujer con poder debe vestir como un hombre está muy equivocado. El mejor ejemplo lo tenemos con la también vicepresidenta segunda del Gobierno, una mujer que viste con total naturalidad, sin artificios ni imposturas. Y sin lujos. Apodada por algunos, y no con buenas intenciones, como la Fashionaria, en alusión a Dolores Ibárruri, conocida como La Pasionaria, y al gusto de Díaz por la moda, a la ministra no se le conocen accesorios de firmas exclusivas; muy al contrario, todas las prendas y complementos que vemos en ella las compra en los mismos lugares que millones de mujeres de este país. Por eso en ella destaca muy especialmente. Dados los dos poderosos cargos que ostenta en el Gobierno, no sería raro que con su vestimenta pretendiese emular la de un político hombre.
Yolanda Díaz con un vestido negro y joyas minimal. / GTRES
Una práctica bastante habitual entre muchas mujeres dedicadas a la política que aún creen que, si visten femeninas, pueden perder su liderazgo y el respeto de la gente. A Yolanda Díaz esto le da exactamente igual. Ella optar por prendas básicas y cómodas –vaqueros, americanas y chaquetas de todo tipo y muchas camisas– y, como mucho, le puede añadir unos zapatos de tacón porque crea que le va a dar más «empaque» a su estilismo. Pero de ella no se puede esperar que aparezca en público con looks impostados y con detalles de lujo, pues es algo que tampoco llevaría nunca en su vida privada.
Vestido largo con escote strapless, de PULL & BEAR (17 €). Pendientes de aro chapados en oro con jaspe, de SHIORI (45 €). Top strapless de lino, de SAMSØE SAMSØE (100 €). Falda midi con abertura, de SANDRO (171, 5 €). Sandalia con tiras de piel, de GEOX (95, 92 €). Bolso reversible en seda, de VIDA Y MILAGROS (125 €). Sandalia en piel con tacón kitten, de MASCARÓ (139, 30 €). Brazalete chapado en oro, con calcedonias, de SHIORI (85 €). /
La política de Sumar se desenvuelve de maravilla en el mundo de la vestimenta porque no se complica en absoluto. Pero sí tiene cierta destreza para convertir hasta el look más básico y neutro –huye de los estampados y de los colores chillones– es estilismos que siempre llaman la atención por algo.
Ya sea un calzado inesperado, un peinado muy elaborado o un lipstick muy sofisticado. Así es Yolanda Díaz, una mujer trabajadora –o working woman– de hoy, cercana y natural. Y no lo olvidemos: muy poderosa. Por eso nos gusta destacarla como ejemplo perfecto de que las mujeres no tenemos que disfrazarnos de hombres ni de lujo para acceder a los puestos de poder.