Si estas preparando tu boda, seguro que lo primero en lo que has pensado es en tu vestido. Y es que elegir el vestido de novia será una de las decisiones de estilo más difíciles de tu vida. Se trata de una ocasión única y tu look debe estar a la altura.

Es cierto que hay modelos producidos en cadena que son muy bonitos y que tienen precios asequibles. Sin embargo, hoy te traemos algunos motivos para decantarte por un diseño a medida. Nos los da Laura Escribano, una modista que quiere rescatar la tradición de elaborar los vestidos a mano.

El primero es, quizá, el más evidente: la exclusividad y la personalización. El vestido se realiza específicamente ti. Esto implica que se confecciona pensando en tu figura, por lo que te sentará de maravilla. «Cada cuerpo es un mundo», explica Laura. En segundo lugar, la diseñadora destaca el trato personal y cercano. La primera tarea de una modista es hablar con la novia. El objetivo es crear un diseño acorde con lo que ella cuenta para que vea frente al espejo el vestido de sus sueños.

Elegir el traje de novia será una de las decisiones de estilo más difíciles de tu vida

Otra ventaja es la realización de un análisis completo y complejo de la novia. Es fundamental estudiar su físico para dar con la silueta más favorecedora. Pero no solo tienen en cuenta su fisionomía, sino también su personalidad. Laura recuerda que esta opción permite rectificar sobre la marcha. Empiezan a trabajar con referencias que la novia puede buscar en plataformas como Pinterest o Instagram. Luego, en las sucesivas pruebas, lo van adaptando y perfilando.

Por último, señala que el proceso de creación es único e inolvidable. No todas las mujeres tienen la misma capacidad para dar forma a sus deseos y el trabajo de la modista es guiarlas. También asesora en el estilismo final (peinado, ramo…) para que el conjunto sea insuperable.