En la última jornada de la Semana de la Moda de Nueva York, Marc Jacobs llenó la pasarela de tonos negros y grises, con una invitada de excepción: Lady Gaga.

La colección de Jacobs, entre el gótico y el punk, presentó abrigos 'oversize' como el que lució la cantante, vestidos de fiesta muy femeninos, cazadoras de cuero y vaqueras, faldas hasta los tobillos, blusas con enormes lazos en el cuello, plataformas de vértigo... Una colección bastante particular, donde se mezclaron diferentes estilos.

El diseñador eligió, por otra parte, un look 'beauty' muy especial para las modelos: peinados años 20 con ondas muy marcadas en las raíces, labios oscuros tipos 'vamp' y marcados eyeliners en color negro.