moda

Amaya Arzuaga busca la ingravidez

La diseñadora sorprende con un juego de transparencias, espejos y volúmenes

A base de pasar tardes con su hijo viendo documentales del espacio, Amaya Arzuaga ha terminado por desarrollar un trabajo en torno a éste. A los satélites, a los planetas y, sobretodo, a la sensación de gravitación. ¿Cómo? Buscando un efecto que logra a través del uso de transparencias, espejos y volúmenes en lugares estratégicos de las prendas.

Los pantalones de largo midi y los vestidos ingrávidos que la diseñadora ha subido a la pasarela se tiñen de un rosa suave, un verde petróleo, un blanco puro o un infalible negro en tejidos como el crépe, que se "foamiza" para simular neopreno; o en un punto grueso cosido a mano por artesanas de Lerma que acentúa la suspensión.