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París ha dado el pistoletazo de salida a su semana grande de la moda, en la que la que se dan cita los 12 elegidos para pertenecer al selecto club de la Alta Costura. Contar con dos colecciones al año de, al menos, 25 diseños originales creadas en talleres propios son algunos de los requisitos que deben cumplir las firmas que gozan del privilegio de subir a la pasarela francesa sus propuestas más allá del prêt-a-porter.
A pesar de encontrarse en un momento de transición tras la marcha de Raf Simons hace unos meses, Dior ha sido la encargada de romper el hielo, y lo ha hecho con un desfile en el que su clásica combinación de chaqueta entallada y falda midi se ha llevado el protagonismo con el binomio blanco+negro como base.
También Atelier Versace ha tirado de archivo con vestidos a base de drapeados, asimetrías y superposiciones que recuperan el espíritu sensual de Gianni Versace; al igual que Schiapparelli, que ha homenajeado la colección basada en el espectáculo circense que la fundadora de firma presentó en 1938 con piezas surrealistas llenas de color.
Mientras, Giambattista Valli ha sido fiel a su aplaudido romanticismo con vestidos a base cargados de capas de tul y tonos pastel que seguro pronto veremos a alguna de sus fieles celebrities sobre una alfombra roja; y Chanel ha jugado a recrear su taller sobre la pasarela, con las costureras de la casa incluidas, que no han dejado de trabajar mientras avanzaban las modelos.
Será Valentino la firma responsable de echar el cierre el miércoles 6 tras la puesta en escena de Alexis Mabille, Giorgio Armani, Jean Paul Gaultier y Elie Saab, entre otros; cuyos desfiles podrás disfrutar en nuestra sección de pasarela.