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Roberto Torretta se ha reinventado y perfeccionado, si eso era posible, sobre la pasarela de Madrid. El diseñador ha presentado la que, hasta ahora y para una servidora, ha sido su colección más brillane. Estandarte de la hiperfeminidad, la primavera-verano que nos propone se envuelve en frescura, pero sobre todo en una elegante sensualidad que ya nos hace soñar con las venideras noches estivales.
Los detalles marcan la diferencia más que nunca, y dividen la colección en dos líneas completamente separadas: con siluetas muy marcadas, una; y con una fluidez suave y volátil la otra. Los vestidos se insinúan con escotes pronunciadísimos que nos explican a la perfección que es la seducción chic, mientras que el esmoquin evoluciona con favorecedores pantalones high-line que estilizan la silueta y marcan mucho la cintura, y chaquetas con solapas enteras que se anudan en un ejercicio perfecto de patronaje.
Volantes, nudos, lazos, la ligereza casi etérea de la seda cortada al bies que contrasta con el punto... todo ello da forma a una amplia paleta de color con estampados de lo más variados (flores, pinceladas guache) y dos tonos protagonistas: el rojo chile con un toque anaranjado (creado en exclusiva para Torretta) que se cuella en 'total looks' pero también en detalles de los prints, y el azul tinta que se impregna, sobre todo, en las sedas
Roberto Torretta quería proponernos un viaje armónico a un verano inolvidable, y nosotras haríamos las maletas sin pensarlo para irnos con él.