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El día arrancaba con el desfile de LOA by Lidia Aguilera, con una colección romántica en la que los volúmenes han sido los protagonistas absolutos. A continuación la firma catalana Lola Casademunt sorprendía con un optimismo cargado de color: rojos, lilas, rosas, estampados de leopardo y mucho, mucho accesorio. Charisse Verhaert, mujer de Julio José Iglesias, abría y cerraba el desfile como invitada y modelo de excepción. Al final, la hija de la fundadora de la marca y diseñadora de la firma, Mayte Gassó, sacaba a su madre a la pasarela a modo de homenaje, poniendo el punto más emotivo al segundo día de 080. Toda una vida y dos generaciones en la moda, todo un logro.
Desfile de Naulover /
La mañana la cerraba Naulover, una firma 100% barcelonesa y experta en punto que, una temporada más, ha demostrado que evoluciona rápido y va mucho más allá del tricot con propuestas de sedas y terciopelo para el invierno que viene. Estos tejidos nos daban pistas del nombre de la colección, Dark Ophelia, una vuelta de tuerca muy punk al romanticismo de Shakespeare. ¿La sorpresa de la mañana? También con Naulover. La modelo Laura Sánchez participaba en el desfile demostrando que no solo hay sitio para las caras nuevas.
Después de las plumas y los detalles étnicos de Txell Miras, Oscarleon inauguraba la sobremesa con prendas oversize en tonos oscuros.
Pero la tarde aún guardaba un as en la manga. Antes de empezar el desfile de Josep Abril una banda africana comenzaba a tocar. La puesta en escena metía al público en un mundo en el que los trajes de chaqueta masculinos no eran trajes, eran monos y las prendas impermeables se cubrían, sorprendentemente, de tejidos mate. Y un detalle de maquillaje, una lágrima negra caía de las mejillas de los modelos y demostraba que los hombres también lloran.
La anécdota de la jornada la protagonizaba Charo Izquierdo, la nueva directora de la pasarela madrileña MBFWM, que se ha sumado al público del desfile de Josep Abril a última hora para quedarse el resto de la tarde. Así demostraba que la moda no entiende de rivalidad entre ciudades.
Y si Custo era el más esperado de esta segunda jornada, Miriam Ponsa ha sido una de las más aplaudidas con una colección que apelaba directamente a los sentimientos de los tiempos en los que vivimos, con el drama de los refugiados a la orden del día. Inspirada en la ruta de los Balcanes, su colección de invierno es una mezcla de las culturas de la zona, con looks de lana de pies a cabeza y sombreros típicos de Albania. Más que un desfile, toda una declaración de intenciones.
Puntadas de prestigio desde una fría ciudad de la luz
Custo sube a la pasarela de la 080 Barcelona Fashion 'More wore'