MBFWM: Andrés Sardá rescata de la revolución a Victoria Abril

"Hace 20 años que Pedro Almodóvar no se acuerda de mí", se quejaba hace unos Victoria Abril. Nuestro director de cine más internacional no lo hará, pero Victoria, que es muy Victoria, ha querido plantarle cara a quienes le han dado un no en el desfile de Andrés Sardá, que ha abierto y cerrado haciendo, litetralmente, la revolución.

"Me faltan 20 centímetros para ser una maniquí, pero qué más me da", reconoce la actriz española afincada en Francia, el país y su revolución en la que se ha inspirado Núria Sardá para crear esta colección otoño invierno 2017-2018.

Tiempos de cambio y revolución… incertidumbres, nuevos objetivos a conquistar, derechos que reclamar, afirmación de su personalidad, demostración de todo su poder y una total determinación de no dejarse pisar ni una sola vez.

En la primera parte, han combinado tejidos como el popelin de algodón, el ante o la rafia, y lo mezclaremos con tules de seda, encajes y flocados y han dominado los marrones, verdes, grises oscuro los malvas.

El ejército del que han formado parte modelos como Dalianah Arekion o Rucío Crusset, se han vestido con azul, burdeos y blanco, con detalles en pasamanería dorada con materiales como el raso de seda, el encaje de alta costura, la napa o el pvc.

Para la fiesta, el volumen toma la pasarela, el terciopelo y el latón contrastan con el tul y el encaje dando contraste y profundidad de manera insospechada. Los colores son intensos y brillantes, como el rojo, el azul y el negro.

Espectacular estaba Victoria Abril en el cierre con un body de encaje. "Yo me he visto muy bien, pero a mí lo que más me gusta es la ropa de algodón, que es con la que más cómoda me siento", nos cuenta.

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