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Ana Locking, como Martin Luther King, tiene un sueño: Dreamer. "Es imposible explicar el concepto de esta colección sin recurir a la cita de Luther King y su “I have a Dream…”, dice la diseñadora que cierra con esta colección la trilogía que comenzó con Antihero y continuó con The Thinker.
"A mí siempre me merecerá la pena, aunque sea sólo por unos momentos, ser de nuevo una ingenua y creer que la utopía de la igualdad pueda ser algún día un recorrido posible para todos aquellos 'Dreamers' que desafían lo establecido", cuenta Locking sobre su colección otoño invierno que ha presentado en la Mercedes Benz Fashion Week Madrid.
Con el puño de la victoria en el fondo de la pasarela, Locking ha mostrado una colección en la que los detalles estaban cuidados con mucho mimo, buena cuenta de ello dan los pequeños volantes que recorren las prendas alrededor de los cortes de patrón, mangas, hombros, puños, cuellos, canesúes y bajos. Los vestidos largos, con una silueta rectilínea, dejan al descubierto amplias aberturas en piernas y grandes escotes en "V" protegidos por bustieres interiores.
Especial trabajo sobre las mangas de las prendas tanto en mangas jamón, con pliegues en corona para abrigos, como en mangas twister, con cortes en espiral y abotonaduras para vestidos y camisas.
Y de la estructuración a la desestructuración porque Locking juega con los patrones con la maestría de los grandes modistos y transforma la sastrería más clásica de caballero en pichis y faldas que combina con camisetas de algodón.
Los abrigos, confeccionados con pieles ecológicas, como la antelina con tratamiento metalizado y borrego en pequeño pelo rizado, se convierten en el mejor aliado contra el frío..
El punto más sofisticado de la colección lo ponen los vestidos, faldas y pantalones en punto geométrico flocado, crepes granulados con brillo de lurex, jacquard en manchas de cebra, cuadrados de eco piel en relieve gofrado, bordados de lentejuelas de guipur y muselinas con polka dots bordados artesanalmente.
El desfile acabó con las modelos más revolucionarias, que portaban bolsos en los que se podría leer: "The power is the dreamer", un broche de oro para una colección que es una declaración de intenciones.
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