MBFWM: María ke Fisherman se ponen 'makineros'

A ritmo de música electrónica (con un final apoteósico marcado por el inconfundible 'Fly on the wings of love'), María ke Fisherman ha vuelto a remover el imaginario de nuestra adolescencia para presentar una colección otoño-invierno nostálgica que nos retrotrae a la que ellos consideran la última tribu urbana: los 'bakalas' que llenaron el final de los '90 y los comienzos de los 2000 de chándals, plumíferos y banderas.

Inspirados en la estética característica de los barrios marginales del Madrid de aquella época, María ke Fisherman ha querido despojar de toda humanidad a sus modelos (el look 'beauty' ha sido el mejor ejemplo) y explicar a través de su arriesgada propuesta de moda el sentir (y malvivir) de aquel colectivo que se movía con los compases que marcaba la 'Ruta del bakalao' y sus consecuencias.

El 'athleisure' en versión 'macarra', el chándal como bandera (y con banderas), los crop-tops y los tribales, las gorras y esos plumas gordos tan característicos se han pintado de blancos, azules, rojos y amarillos, al tiempo que convivían sobre la pasarela con referencias a los monos de los mecánicos de los '70, fruto de la colección cápsula en colaboración con la firma de neumáticos Bridgestone que han presentado y en la que "se conecta la pasión de ambas marcas por la carretera, la calidad superior y la inspiración japonesa, bajo el prisma atemporal y sintético que nos caracteriza", aseguran.

Para bien o para mal, María ke Fisherman nunca deja indiferente con sus colecciones, y esta no ha sido una excepción. Y cuando se trata de una semana de la moda con casi 50 diseñadores presentando sus propuestas, romper las normas siempre es un valor en alza.

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