Virtual, casi presencial, mágica y sobre todo, digital. Estamos viviendo la Semana de la Moda de Milán más atípica hasta la fecha. Son tiempos inciertos en los que la moda ha deconstruido sus pilares para conseguir presentar sus colecciones pese al Covid. La experiencia de la temporada Spring/Summer 2021 será inolvidable: los diseñadores han convertido o los desfiles, en muchas ocasiones, en experiencias individuales y eléctronicas, a través de gafas de proyección, simulaciones o incluso, como en el caso de Moschino, a través de muñecas que, en un mundo imaginario, lucían sus diseños. Más interesante aún ha sido el estreno de Raf Simons como co-director creativo de Prada. El diseñador ha propuesto un diálogo certero de inspiraciones que no olvida el legado de Miuccia, pero incluye su propia visión de la firma italiana más intelectural de la historia.
Versace, mientras tanto, ha hecho un voto por la diverdisad y ha presentado su colección más inclusiva hasta la fecha. En ella ha dado visibilidad a todo tipo de cuerpo. A la vez que firmas como Max Mara se han rendido a la simplicidad en los tonos y las siluetas. Mientras revisas su propuestas, parece que nada ha cambiado. Líneas simples, colores neutros y trajes sastre que evocan otros tiempos, entre tanto, en la realidad virtual en la que parece que nos encontramos, la vida real y la moda, siguen. No podía ser de otra forma, quien no se mueve (reinventa), dicen que caduca. Y la esencia de Milán no se podía dar por perdida.
Semana de la Moda de Milán
Desfile de Valentino.
Semana de la Moda de Milán
Desfile de Valentino.