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El Château de Chenonceau o el Château des Dames (castillo de mujeres) ha sido el escenario más especial que podíamos imaginar para un desfile. Teníamos ganas de shows con historia detrás y lo hemos tenido por todo lo alto con una colección que siempre rinde homenaje a los artesanos y esta vez, también lo ha hecho a las mujeres. Las que han habitado en ese casitillo, entre ellas Catalina de Médicis que, además, dejó allí su sello: una doble C que también es el símbolo de Chanel. "No sabemos si Coco se inspiró en ella para su logo, pero sí que admiraba a las mujeres del Renacimiento", ha dicho Virginie Viard, la artífice creativa de este despliegue de dorados, negros, encajes y perlas. Una colección atrevida, no han faltado los leggings, los chalecos, los tules o los accesorios potentes, pero sin duda también muy clásica,, con los vestidos de tweed y los trajes de chaqueta que tanto nos gusta ver en las colecciones de la maison. Gracias, Virginie, este homenaje a las muejeres ha sido una inyección de poder para todas.