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Era la dosis de optimismo que necesitábamos. Y con la inconfundible silueta de los rascacielos de Manhattan como telón de fondo. ¿Se puede pedir más? La colección de otoño/invierno 2021 de Carolina Herrera firmada por Wes Gordon, el sucesor de la creadora venezolana, ha sido un despliegue de elegancia y glamour al más puro estilo de las damas del Upper East Side con un sutil giro contemporáneo. Una apuesta estética inconfundible que ha cosechado una legión de admiradoras entre las que se encuentra la reina Letizia, cuyos conjuntos la hemos podido ver lucir en más de una ocasión.
Entre los casi cuarenta looks que forman la colección, destacan prendas que ya son iconos de la firma, como las camisas blancas, las faldas midi de vuelo o las blusas con mangas abullonadas, uno de los patrones predilectos tanto de la propia Herrera como de Gordon y que esta temporada se han convertido en una de las grandes tendencias.
“Esta colección combina la emblemática debilidad por la ropa deportiva de la moda neoyorquina y la elegancia teatral del atelier de Carolina Herrera. Los estampados de lunares o de jirafa aumentan de tamaño y adoptan una paleta cromática optimista y llena de tonos vibrantes. Aquí, el corazón es mucho más que un motivo gráfico: es un recordatorio de la importancia de amar. Amarnos a nosotros mismos. Amar a los demás. Amar nuestra ciudad. Y amar vestirnos”, declaraba Gordon.
Esta filosofía se plasmaba a la perfección en los vestidos: diseños ideales para inspirarse en los próximos conjuntos pensados para lucir como invitada en ocasiones especiales. En tonos empolvados como rosa, azul o verde, en patrones midi y con vuelo, resultado de la fusión de texturas como el tul o la organza con el tafetán, y que resaltan gracias los estampados como los lunares (otra de las señas de identidad de la casa), las rayas o los corazones, el gran hilo conductor de esta colección.
Otro de los grandes fuertes de la colección reside en los escotes, especialmente en los palabra de honor, un recurso que siempre aporta elegancia y que da protagonismo a los hombros. Tanto en los vestidos camiseros con estampado de girafa en blanco y negro como en los de forma de corazón y que ciñen además la cintura para añadir una falda de vuelo.
“El tafetán adquiere cortes contemporáneos, como muestra nuestra nueva silueta de vestido camisero con cintura ceñida, o una falda de arcoíris con costura francesa. Las lentejuelas en tecnicolor y los estallidos de tul en rosa y rojo presagian días más soleados, llenos de alegría y unión", sentenciaba Wes Gordon para poner el broche final a una colección que está pensada para ese momento en el que podamos volver a disfrutar de una fiesta.