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No han sido años fáciles para Roberto Cavalli. Una de las firmas italianas más exitosas de las últimas décadas ha pasado por horas bajas, navegando entre directores creativos y dificultades económicas. Pero parece que por fin ven la luz al final del túnel. Así lo demuestra el fichaje, anunciado a finales del año pasado, de Fausto Puglisi, uno de los jóvenes talentos más prometedores de su generación, pupilo de Donatella Versace y favorito de estrellas como Madonna o Jennifer Lopez.
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El debut de Puglisi al frente de Cavalli se producía esta semana, con una serie de fotografías que presentaban la próxima temporada de otoño/invierno 2021 y que, acertadamente han decidido bautizar como Temporada Cero. Un punto y aparte en una propuesta que va a captar mucha atención, que sin sacudirse el exceso al que solemos asociar a la firma, mira hacia un público más joven, diverso y urbano, pero que sigue sintiendo fascinación por el estampado animal, convertido en el hilo conductor de esta colección.
Atrevido, Pop, Sin complejos. El léxico de Cavalli no necesita traducción. Destacando como referencias definitorias el espíritu experimental y rebelde de los inicios de la marca en los 70 y el glamour de la alfombra roja de la década de 2000, los códigos de Cavalli se revisan a través de la lente de autor de la visión de Puglisi.
Como él mismo declaraba: “Quiero que la impresión de Cavalli represente una declaración: los Estados Unidos de Cavalli. Una bandera universal que conecta y une a los ciudadanos de todas las culturas: empoderados, libres, feroces. Una declaración omnipresente que recorre toda la colección y que se abre en un abanico que va desde las prendas de carácter urbano hasta los vestidos inspirados en la edad dorada de Hollywood.
Se rinde homenaje a la feminidad poderosa: un tributo a la conciencia de seguridad en sí mismas de las mujeres y a su derecho a ser agentes de la celebración de sus cuerpos, no de la objetivación. Los identificadores de la histórica casa italiana se enfocan y se actualizan, mientras que se reiteran y afirman con fuerza.
Los estampados más atrevidos de animales, el corazón llamativo y fuerte de la colección, expresan la sensualidad instintiva y el deseo de libertad. En un gesto artístico moderno, se resumen en representaciones gráficas, destiladas como recuerdos de grabados japoneses. Las cabezas de tigres, cebras y jaguares se funden en nuevos y desenfrenados tatuajes camuflados; en patchwork y collages en forma de estandarte, su iconografía distintiva anuncia el nuevo amanecer del estado de Cavalli.
En tiempos de cambio, la voz de Cavalli quiere sonar emocionante, desafiante, atrevida. Un lienzo abierto a nuevas posibilidades, que acoge un futuro de confianza y convicción.