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Convertida en uno de los ganchos comerciales más suculentos a los que la industria de la moda se aferra estos días, la nostalgiaparece no diluirse de cara a la próxima temporada. Y nosotros nos alegramos. Porque nada nos gusta más que resucitar la estética ochentera con todo lo que eso conlleva: grandes volúmenes, hombreras, volantes y colores en tonos flúor.
Y aunque en lo que llevamos de presentaciones de la semana de la moda de Milán hemos pasado de los diseños contenidos de Fendi a las formas envolventes de Prada, el último desfile de Emporio Armani ha sido una consagración del espíritu ochentero cargado de optimismo y prendas de factura impecable al más puro estilo inconfundible al nos tiene acostumbrados el maestro italiano.
En Emporio Armani, la armonía de las formas y la elegancia relajada son la esencia de la casa. Una apuesta que se manifiesta de manera enérgica, ecléctica y cosmopolita, gracias a detalles ingeniosos. Esta temporada, la referencia al vocabulario Armani –en particular al de los años 80- es tan fuerte como evidente aún con un deseo sutil para actualizarlo; con destellos de color brillante y accesorios inesperados, en un continuo diálogo de reflejos y referencias entre los masculino y lo femenino.
La atmósfera es exactamente la misma: la búsqueda de macro diseños gráficos, la sutil referencia a las piezas casual, e incluso la inesperada presencia de una corbata.La silueta femenina es alargada y esbelta, con la cintura alta.
En una interacción de contraposiciones, la opacidad de las prendas de punto se alterna con el sedoso brillo del terciopelo; los abrigos maxi largos con pantalones shorts se llevan sobre medias opacas.
Las blazers son suaves, iluminadas por botones boulé; las chaquetas cortas de cordón ajustable son la reminiscencia de una actitud con estilo deportivo. Los estampados gráficos y bordados cubren las superficies, mientras que los monos y las hombreras evocan un pragmatismo que recuerda a lo militar con un toque de glamour.
Un espíritu que se resume en el título que Armani quiso darle a la colección: In the mood for pop (Con ganas de pop) y que es tan contagioso que estamos deseando que llegue el próximo invierno para que se apodere de nuestro armario.