La sofisticación de Fendi, las modelos de más de 50 de Valentino, Carlota Casiraghi a caballo en Chanel... Los mejores looks de la Alta Costura de París
La Semana de la Alta Costura de París nos está dejando imágenes que ya son historia de la moda. Chanel, Schiaparelli, Dior, Giambattista Valli... Repasamos las mejores creaciones, los looks más fascinantes (como el de Nieves Álvarez para Stéphane Rolland) y los momentos más inolvidables sobre la pasarela que son la antesala de una nueva temporada pensada para soñar.
La
Alta Costura
, y sobre todo, la de París, nos hace
soñar con la moda en su versión más absoluta. Los looks que vemos desfilar sobre la pasarela trascienden a las propias tendencias (las crean, las reinventan) y se convierten en obras dignas de ocupar salas de museo. La alta costura es mucho más que moda, es historia, es artesanía, es fantasía, son sueños cosidos a mano. Es arte, en definitiva, en su máxima expresión. Y este año, además, sirve como homenaje póstumo a dos gigantes del 'fashion business' como
André Leon Talley
y
Thierry Mugler
.
Fendi ha dado en París una lección de sofisticación con una colección que define a las mil maravillas la esencia de la Alta Costura. Patrones impecables, siluetas que ensalzan a la mujer, tejidos lujosos, brillo, glamour... Sin duda, sus apuestas serán las más vistas y deseadas por las influyentes en las próximas alfombras rojas.
Valentino ha roto moldes en París, y no solo por su fascinante colección de Alta Costura, en la que el modisto ha vuelto a demostrar que es el gran maestro del color y el glamour: en el cásting más inclusivo visto en la pasarela hemos visto siluetas lánguidas, modelos curvies, tops de más de 50 años... Y todas ellas han demostrado que la elegancia no entiende ni de tallas, ni de edades.
Zuhair Murad, Elie Saab y Jean Paul Gaultier han vuelto a convertir la pasarela en una alfombra roja en la que las divas desfilaban, delicadas y poderosas, envueltas en glamour.
Chanel, de la mano de Virginie Viard, ha rendido homenaje a Karl Lagerfeld sobre la pasarela de París cuando están a punto de cumplirse tres años de su fallecimiento, y ha revisado los archivos de la 'maison' creando piezas atemporales en las que el tweed y el blanco y negro, combinados con gasas, estampados impecables, sutiles transparencias y volúmenes y una iconografía que emana el ADN de la propia mademoiselle Gabrielle, han vuelto a ser los absolutos protagonistas. Con permiso de Carlota Casiraghi, amiga y embajadora de la icónica casa de moda, que ha desfilado a caballo con uno de los looks de Alta Costura para la próxima primavera-verano.
La otra gran sorpresa nos la ha dado
Stéphane Rolland y la presencia de
Nieves Álvarez sobre la pasarela para celebrar su 30 aniversario como modelo con dos looks imponentes: un vestido negro con cuello joya y falda XXL, y un traje de dos piezas compuesto por chaqueta dorada de silueta 'cocoon' con capucha maxi y pantalones blancos palazzo.
Para finalizar la segunda jornada de desfiles,
On aura tout vu asombró a todos con una puesta en escena irreverente, que se acercaba al cabaret y se atrevía con los looks más sexys vistos sobre la pasarela; y
Alexandre Vauthier y Alexis Mabille dieron una lección de glamour, sofisticación y feminidad con propuestas pensadas para realzar la silueta de la mujer y demostrar que elegancia y sensualidad sí son compatibles.
Giambattista Valli ha vuelto a elevar la hiperfeminidad a la máxima expresión con su característico juego de volúmenes y formas y una apuesta sublime por el color; mientras que
Christian Dior, con Maria Grazia Chiuri a la cabeza, ha apostado por un lujo silencioso, una sofisticación romántica revestida de brillo y pintada de blanco con reminiscencias retro que nos transportan a los 60 y los 70 a través de una mujer glamourosa pero vanguardista que, además, será pura inspiración para las novias de la próxima temporada.
Paco Rabanne ha recreado un útero como escenario de su show, y ha apostado por lo sensorial en un desfile conceptual que ha revisitado los archivos de la marca a través de una propuesta llena de contrastes que, sin embargo, conseguían un equilibrio estético perfecto.
Pero, sin duda, ha sido
Daniel Roseberry con su imponente colección para Schiaparelli quien ha conseguido dejarnos sin respiración. La idea de 'l'appel du vide' (la llamada del vacío) ha sido el hilo conductor de una fantasía artística que escapa de la realidad hacia una ciencia ficción en la que el surrealismo y el existencialismo se abrazan, redefiniendo los lenguajes de la alta costura y, con el espíritu de la indomable e irreverente Elsa Schiaparelli más presente que nunca en la pasarela, acercándose a la teatralidad propia de la cultura pop.