El triple salto mortal del nuevo bolso de Gucci

No puede haber más presión de expectación que la que se proyecta sobre cada desfile de Alessandro Michele para Gucci. Michele se encuentra colocado en el trampolín del más difícil todavía, un lugar resbaladizo en el que es fácil dar un traspiés y caerse con todo el equipo. De momento, el diseñador sigue ensayando su fórmula barroca basada en la saturación: el ojo, desbordado, no sabe bien cómo mirar sus estilismos, abarrotados de detalles sobrepuestos maravillosos.

Ayer, junto a unos maravillosos anillos que simulan insectos (estupenda dislocación de lugar del clásico broche), Michele presentó su nuevo concepto de bolso Gucci, de nuevo una saturación y una acumulación a la caza de la originalidad. Michele encadenó consecutivamente con arneses desmontables tres pequeños bolsos, convirtiendo una pieza habitualmente práctica en una pieza mucho más ornamental.

En la pasarela femenina, el bolso triple colgaba del hombro, dejando las manos libres. En la masculina, una versión reducida a dos colgaba del cuello, una idea aún más complicada de visualizar aún en las calles de Milán, pero que puede poner a prueba el ascendiente real de Michele sobre sus enfervorecidos fans.