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El armario invernal se ha rendido a la llamada de la selva. Consagrado a tonos neutros y patrones sobrios, el repertorio estilístico parece buscar una vía de escape para alegrar los looks tanto diurnos como nocturnos. Y en su camino ha aparecido el estampado de leopardo para salvar el día. Si ya lo hemos incorporado a nuestra rutina habitual en forma de abrigos que se pueden combinar con todo o de jerséis de punto que además añaden calidez, ahora le toca el turno a la falda. Tanto si prefieres un modelo midi o mucho más corto, el estampado de leopardo funciona a todas horas, desde combinaciones más elegantes en las que se alía con americanas a las más desenfadadas, en las que entran en juego desde cazadoras tipo bomber hasta el calzado imprescindible esta temporada: las deportivas blancas.
La opción más urbana y cosmopolita pasa por incluir una cazadora de cuero.
Si el destino es la oficina, una americana de doble botonadura roja y un par de botas altas de cuero negro tienen la llave para triunfar.
Un giro sport casual, mezclando la minifalda con una bomber de seda oversize.
La sastrería se pone al servircio de la fiereza de la falda midi y la complementa con accesorios en tonos rojos.
El contraste de texturas favorece esta combinación en la que también juega un papel muy importante el volumen del jersey de punto.
Una aproximación de inspiración setentera formada por una minifalda, abrigo de ante con forro de borrego y botines de tacón en tonos militares.
La excentricidad del leopardo encuentra en un top de seda asimétrico morado y maxijoyas brillantes a sus mejores aliados.
Un patrón asimetrico de falda midi también es perfecto para lucir con un par de deportivas blancas.