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Aristocrático, elegante pero al mismo tiempo capaz de ser rebelde y urbano. El estampado de pata de gallo tiene esa llamativa cualidad tan envidiable (y necesaria en cualquier fondo de armario). Algo que le ha valido a lo largo de la historia y las temporadas un lugar de honor entre los prints a los que conviene tener muy cerca, denominador común en las últimas colecciones de firmas como Chanel, Dolce & Gabbana, Dior o Balmain. La tendencia ha calado muy fuerte este invierno, donde ya lo hemos podido ver en prendas estrella como el chaleco de punto, y también como acompañante de vaqueros o estampado en trajes de corte masculino, la fusión más elegante e impecable perfecta para llevar a la oficina. Gracias al efecto óptico de la pata de gallo, todo tipo de prendas se pueden beneficiar de él, desde abrigos XL hasta faldas y vestidos de punto, incluso hecho a base de lentejuelas, la mejor alternativa para un impecable look nocturno.
Maxiambrigo con doble botonadura, de Zara (79,95 €).
Top corto de manga larga y cuello con solapas de camisa, de Zara (22,95 €).
Falda ajustada con cinturilla elástica, de H&M (29,99 €).
Falda pantalón, de Zara (19,95 €).
Minivestido de tweed de manga corta, de H&M (39,99 €).
Jersey de lana estampado, de Mango (39,99 €).
Conjunto de chaqueta corta y pantalones anchos cortos, todo de Mango.
Pantalones rectos de cintura baja, de H&M (14,99 €).
Sobrecamisa extralarga con lentejuelas, de Zara (69,95 €).
Top de manga corta, de H&M (29,99 €).