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Siempre se repite la misma historia. Los ves. Te enamoras, los pides y cuando te los pruebas, se te rompe el corazón. Sobra medio camal y tienes que llevarlos a arreglar (y eso cuando se puede). Chicas petite, ¡no estáis solas! A veces, nuestras marcas favoritas hacen ropa pensando en que todas las mujeres miden dos metros, pero cuando mides 1,60 cm, vestirte puede resultar (MUY) agotador. Porque aunque hay prendas como este chaleco de Zara que sienta bien a todas y no para de agotarse, hay estilismos que achatan la figura, e identificarlos no es fácil.
Cuando eres bajita, la regla de oro es que te pongas lo que te dé la gana. La actitud hace mucho más de lo que crees. Sin embargo, no puedes esperar que unos tacones arreglen todos tus looks. Por eso, lo más importante es tener en cuenta varios aspectos que te ayudarán a ganar verticalidad, como los colores, el talle, la longitud de las prendas y tres tipos de escotes.
En materia de color, los estilismos monocromáticos siempre te estilizarán. Visualmente alargan tu figura, por lo que verte más alta está asegurado. Además, los escotes en V, asimétricos o con los que tienen los hombros al descubierto son los que más te favorecen. El truco está en enseñar algo de piel. Por lo que, si quieres aumentar su efecto, aprovéchate de varios peinados que dejen tu cuello despejado, como el ballerina bun.
En cuanto al talle, siempre largo. Recogerá tu cintura y alargará tus piernas. Por otro lado, decántate por modelos minis, faldas de tablas o asimetrías.
Conjuntos del mismo color. Y da igual que sean monocromas que estampados. Lo que necesitas darle a tu silueta es continuidad.
Los pantalones de tiro alto son tu mejor carta. De verdad. Lo mejor es que nunca pasan de moda por lo que podrás ponértelos temporada tras temporada.
Si vas a escoger un estampado, que sea de rayas verticales. Alargan mucho la figura porque aportan verticalidad.
Lo tienen todo. Asimetría y aberturas, y si encima escoges una versión mini, el éxito está asegurado.
Parece de lo más contradictorio, ¿verdad? Pero los vestidos largos que llegan al tobillo (y solo los que llegan al tobillo) te harán parecer más alta, ¡y sin tacones! El problema con los vestidos largos viene cuando terminan por encima del tobillo o a mitad de la pantorrilla. Mientras eso no pase, no hay drama.
¿Te gustan las prendas midi? Claro que puedes llevarlas, pero con asimetrías. La abertura lateral evitará que tu figura se vea chata. Además, son súper elegantes.
En V, con los hombros al descubierto o con asimetrías, no lo olvides. Porque los escotes pueden hacer mucho más por ti de lo que te imaginas.
Todo al mini. Tus piernas parecerán kilométricas. Un truco para duplicar su efecto es apostar por un zapato de color piel o por un modelo que no esté cogido al tobillo. Me lo agradecerás.
Están de por todas partes y más de moda que nunca. Team petite, no huyáis de ellos porque favorecen. La gran mayoría tiene escote en V, por lo que son todo ventajas.
Los vestidos cortos que no se ciñen a la cintura acortan visualmente tu estatura, así que opta por modelos que no sean demasiado anchos, y si encima son tan ponibles y de colores tan favorecedores como este de Pull&Bear, mejor.