Poco a poco vamos calentando motores de cara a la próxima temporada de invierno. Un panorama para el que nos han ido preparando durante los últimos días firmas como Marc Jacobs y su esperado regreso a la pasarela neoyorquina gracias a lo que parece el camino definitivo hacia la reactivación de un circuito, el de las pasarelas, que buscaba volver a la tan ansiada normalidad.
Precisamente ha sido en la capital de la moda internacional, París, donde el diseñador Simon Porte Jacquemus ha celebrado su último desfile para el próximo otoño/invierno 2021. Un despliegue a la altura de las expectativas en el que, abierto de nuevo al público y con un casting de modelos entre las que se encontraban Kendall Jenner o Bella Hadid, dos de sus musas más fieles, el creador ha destapado la que tiene todas las papeletas para convertirse en la tendencia estrella a partir del mes de septiembre.
Nos referimos a un concepto que ya llevaba algún tiempo circulando como tema de conversación candente y al que ya se estaban sumando muchas expertas en moda: el gorpcore. Un término que aunque pueda parecer complejo (y difícil de pronunciar) es mucho más sencillo de lo que parece. Y lo que es más importante, comodísimo.
El nombre deriva de la palabra gorp, una mezcla de frutos secos que los montañistas suelen consumir como aperitivo. De ahí es que esta tendencia, basada en el senderismo, gire en torno a prendas propias de actividades como el trekking o el senderismo. Se trata de prendas con una marcada utilidad, eminentemente deportivas -como los cortavientos, ropa de alpinismo, impermeables y calcetines deportivas– que se pueden combinar con otras de uso cotidiano para conseguir un look que navega entre lo convencional y lo utilitario.
No estamos, sin embargo, ante algo rotundamente nuevo, recordemos cómo hace ya varias temporadas hablábamos de los ugly shoes, especialmente las sandalias tipo Birkenstock, gracias a las cuales nos familiarizamos con anglicismos como: mountain chic y glamping, que contribuyeron a esta tendencia que reimagina prendas deportivas y las saca de contexto para combinarlas con vaqueros o camisetas.
Sobre la pasarela parisina de Jacquemus, a la que providencialmente bautizó La Montagne (la montaña) se vieron combinaciones de piezas mini y maxi en el mismo look, de dejaban a la vista mucha piel. Anoraks recortados y chaquetas sobre sujetadores, todos llenos de toques de fucsia, naranja, rojo. Algo que ya está resonando con vida propia por las redes sociales, un ámbito que el francés domina a la perfección.
Así que, ya podemos afirmar sin miedo a equivocarnos, que el gorpcore está aquí para quedarse. Y es que además es un estilo totalmente adaptable a la nueva normalidad, ya que lo que buscamos hoy en día es poder seguir con la comodidad que tuvimos durante el confinamiento y volver a disfrutar de los espacios abiertos, que han ganado mucha popularidad, así como el senderismo y el glamping conceptos propios del gorpcore.