La artesanía es el futuro de la moda y estas firmas de lujo nos lo demuestran

La tradición es la nueva modernidad. Una bandera que las firmas de moda ondean a favor de oficios manuales cuya factura es un valor añadido a sus creaciones. Una narrativa que se ha convertido durante las últimas temporadas en algo más que una tendencia y que se ha instalado en nuestro vocabulario convertido en apuestas como la estética rústica que, poco a poco sigue ganando fanáticas.

Lo hemos podido comprobar en todo tipo de prendas, desde los vestidos midi hasta la blazer que ha enamorado a todas las influencers y que además pega con todo. Y esto solo si nos limitamos a las firmas low cost, a las que el discurso ha llegado amplificado por las grandes firmas de lujo que ha visto cómo esa vuelta a la artesanía y los oficios tradicionales se ha convertido en un paso de obligado cumplimiento a favor de una industria más sostenible.

Pero la amplitud de miras del armario supera todas las expectativas y los accesorios se han convertido en uno de los grandes filones en los que las marcas plasman esta iniciativa, para la que recuperan técnicas ancestrales de maestros artesanos. Algo que tiene una doble vertiente: la de apostar por métodos sostenibles y ecológicos además de recuperar y mantener oficios que estaban en riesgo de desaparecer.

Desde marcas patrias como Loewe, siempre a la vanguardia en lo que a recuperar la tradición artesana se refiere y un bastión de la modernidad contemporánea, hasta enseñas internacionales que investigan sobre estas técnicas y lo que pueden aportar a sus diseños, repasamos algunas de las iniciativas más llamativas de la temporada.

«La artesanía es uno de mis principales intereses: por eso la he convertido en un elemento central de la identidad de Loewe». Estas palabras de Jonathan Anderson demuestran el compromiso de la firma con los oficios tradicionales. Waves, su última colección, es un canto a técnicas como la cestería o la alfarería, diseñando accesorios que además forman parte de una colaboración con la casa de subastas Sotheby 's.

La colección explora el acto de tejer como una artesanía decorativa y una forma de construir estructuras. El gran protagonista de la colección es el tostador de castañas gallego: una olla de barro hecha a mano en la que se perforan múltiples agujeros. Los agujeros son funcionales, pero la textura que crean es un campo de juego ideal para diferentes técnicas de tejido.

«El acto de tejer puede tener muchos significados y formas diferentes; se puede utilizar como decoración o como una forma de construir una estructura. Fuimos en ambos sentidos, con el objetivo de llevar la artesanía al extremo y explorar nuevas formas de dar vida a los objetos, convirtiendo las técnicas tradicionales en algo inesperado. La alegría es la clave: el deseo de entablar un diálogo creativo y experimental con la materialidad y la forma. Nuestro nuevo proyecto reúne también una serie de objetos decorativos creados por artesanos y una línea de bolsos y complementos de piel», asegura Anderson.

En cuanto a los complementos, Loewe Weaves extiende la idea del tejido a complementos elaborados en piel y rafia ricos en detalles artesanales: bolsos, pulseras, pero también jarrones tejidos y anudados.

Hacen falta más de 80 metros de cordón de alga, trenzada a mano minuciosamente durante 10 horas, para dar lugar a uno de los bolsos de la colección Seagrass de CH Carolina Herrera. Un solemne homenaje de la firma a la minuciosa labor de los artesanos que dan forma a estas piezas cuyo carácter único las hace inmunes al paso del tiempo (y las tendencias).

«El valor añadido que respira un producto artesanal recoge un gran peso gracias a que no solo importa el resultado, sino también el proceso de creación que da lugar a las piezas. Un desarrollo armónico en el que materiales nobles y la experiencia de maestros artesanos se combinan para conseguir piezas longevas y atemporales», aseguran desde la firma.

Con esta idea nace Seagrass. Se basa en un proceso manual en el que los bolsos son confeccionados utilizando un alga trenzada, conocido como weaving seagrass. Los cuerpos se crean trenzando los tallos de esta planta de origen marino por manos experimentadas, para a continuación, unirlos con la piel Baobab creada en exclusiva para la Casa Herrera. Un proceso que culmina en sus talleres de España.

Los cuatro bolsos elegidos han sido Vendôme, Baret, Duchess e Initials Insignia que se reinventan a través de este oficio en el que los artesanos invierten una media de 80 metros de cordón de alga. Material que se trenza minuciosamente entre 6 y 10 horas para después ensamblar las piezas de piel, dando lugar a piezas excepcionales, con líneas orgánicas y proporciones armónicas.

La marca de muebles de exterior de lujo Dedon se ha asociado con el colectivo digital Basketclub para desafiar a más de 20 diseñadores internacionales a crear cestas tejidas con fibra Dedon. Cada miembro participante ha desarrollado un diseño único inspirado en el emoji sonriente Sol de mayo, que comenzó como un símbolo de la independencia argentina y uruguaya, pero que hoy trae vibraciones cálidas y positivas a los mensajes de texto enviados alrededor del mundo.

Esta colaboración es una expresión oportuna de los valores que han impulsado la marca desde sus inicios. El primero en combinar artesanía antigua tejida con tecnología de vanguardia y diseño contemporáneo, Dedon presentó su revolucionaria fibra patentada en 1990 y continúa liderando el camino en la innovación de la fibra. El uso de Basketclub de una plataforma virtual para conectar diseñadores artesanos de todo el mundo se alinea perfectamente con los propios orígenes colaborativos y su enfoque cada vez más digital del diseño.

Inspirándose en Mallorca, la isla que vio nacer a la marca zapatera en 1877, se acaba de presentar una colección de edición limitada basada en el siurell, una figurilla de barro característica de la alfarería mallorquina. Considerados hoy como souvenirs, los siurells son silbatos de arcilla que datan de tiempos ancestrales. Aunque se desconoce el momento exacto en el que se crearon, hay muchas teorías acerca de la función que desempeñaron estos objetos. Puede que tuvieran un sentido religioso, que sirvieran para pastorear animales o, incluso, para invocar los fuertes vientos de la isla.

Para esta edición de CamperLab, el estampado característico del siurell, con pinceladas en verde y rojos sobre una base de blanco, se ha reproducido en dos modelos clásicos: la bota con cremallera Traktori y el zapato de tacón Juanita.

Juanita se presenta como un modelo destalonado con una punta inconfundible y un tacón moldeado inspirado en la arcilla. Está totalmente serigrafiado con un motivo que emula las pinceladas artesanas del siurell original.Inspirada en las botas que utilizan los agricultores mallorquines, la bota con cremallera Traktori es un zapato vulcanizado con punta de goma y suela dentada. Para esta edición, está totalmente serigrafiado con un motivo que emula las pinceladas artesanas del siurell original.