Diez años después de enloquecer a las expertas en moda con estas zapatillas, Isabel Marant vuelve a reeditarlas (y las vas a desear igual)

Rescatar de la memoria colectiva figuras inspiradoras que acaricien el interés comercial es un ejercicio recurrente en la industria de la moda. Desde tirar de hemeroteca para rastrear looks que Naty Abascal llevó antes que nadie (y que querrás copiar este verano) hasta hacer acopio cinéfilo e inspirarse en los pantalones masculinos que Katharine Hepburn o Annie Hall convirtieron en sus fetiches.

Actualmente no hay icono de los 2000 que no nos parezca el colmo de la modernidad. Tras el rescate de piezas que marcaron una época y que están fijas en imaginario colectivo como el bolso Saddle de Dior, un hito de la firma francesa que gozó de la gracia y el favor de todas sus adeptas, incluída Sarah Jessica Parker, quien llegó a lucir en un solo capítulo de Sexo en Nueva York hasta cuatro modelos distintos del susodicho bolso, o el modelo Motorcycle de Balenciaga, ahora le toca el turno a uno de los accesorios más controvertidos de la última década: las ugly sneakers por cortesía de su mayor instigadora, la diseñadora francesa Isabel Marant.

Diez años después de su lanzamiento, la zapatilla de cuña, icono de la marca Isabel Marant, ha sido rediseñada y rebautizada, esta vez bajo el nombre de Balskee. Este nuevo modelo se inspira en las líneas del emblemático Bekett y desvela un aspecto escultórico innovador.

Lanzada al estrellato a principios de la década de 2010 por Beyoncé en el video musical de la canción Love On Top, Bekett pasó a formar parte del uniforme cotidiano de Rihanna, Gisele Bündchen, Marion Cotillard o Kendall Jenner, convirtiéndola en una de las más vendidos de la casa en unas pocas temporadas. Desde su lanzamiento, Bekett ha vendido más de 200.000 unidades en todo el mundo

El Balskee ahora se para sobre tacones de diez centímetros, cinco de los cuales están ocultos dentro de una suela gruesa para no interferir en su comodidad. «Nunca dejé de querer usarlos», dice la diseñadora acerca de su creación. Las cosas más cómodas son las que usas siempre y de las que nunca te cansas».

Con un representativo cierre de velcro y una lengüeta extragrande, la zapatilla que se acaba de poner a la venta se declina en cinco colores diferentes: negro, amarillo, verde, rojo y blanco y cuesta 495 euros. Lo que está claro es que es capaz de durar otros diez años así que la inversión está amortizada.