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Estos premios tienen que ver con el éxito, con el talento, con la lucha, con la perseverancia, sí. Pero sobre todo, tienen que ver con la pasión. La pasión que lleva a Elena Ochoa Foster a editar libros asombrosos, a recorrer el mundo buscando artistas a los que acompañar al lugar que merecen. La pasión que ha conseguido que nuestro equipo de balonmano volara hasta la final del Mundial. La que ganó, porque el arrojo y la emoción que nos regalaron Las Guerreras solo puede tener un resultado: el oro. ¿Qué otra cosa puede animar a Valentín Fuster a viajar cada semana de Nueva York a Madrid y de Madrid a Nueva York para compatibilizar sus tareas en el hospital Mount Sinai con la dirección del CNIC? ¿Y qué si no ha llevado a Paz Vega a una carrera de ida y vuelta a Los Ángeles? Una carrera, imagino, llena de trabajo, de riesgo, de viajes solitarios, de traslados familiares.
Lo leerán en la entrevista que publicamos con Elena Ochoa Foster. Lo único constante, dice, es el movimiento. Lo único que no cambia es que todo cambia. Y sí, nuestros premiados tienen mucho de caminos largos y brillantes, pero difíciles. De carreras deslumbrantes apuntaladas por el empeño y la disciplina. De movimiento. De constante mejora.
Nosotros también estamos cambiando. Mujerhoy quiere ser más y mejor. En papel, en digital, con foros que protagonicen los nombres más relevantes de la cultura, la política, la moda. Y queremos que nos alimente el mismo espíritu. Que sea precisamente la pasión lo que nos mueva en esta etapa que tengo la suerte de comenzar al frente de esta cabecera. Que comenzamos. Gracias por seguir acompañándonos. Ustedes son el verdadero motor.