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Este es un número dedicado al mundo que viene. No a la nueva normalidad, probablemente una de las expresiones más deprimentes de las últimas décadas. Es un número dedicado al futuro. Y cuando empezamos a planteárnoslo, en momentos de oscuridad, lo único que teníamos claro como punto de partida, es que queríamos luz para la portada. La sesión de fotos se hizo a través de FaceTime porque todavía no habíamos llegado ni a la fase cero de la desescalada y a la modelo le dimos una única indicación: por favor, sonríe. Bego Martín es también ilustradora y la autora de los dibujos que embellecen su imagen y nos ha servido de ventana para un contenido en el que nos preguntamos cómo serán nuestros trabajos, nuestras ciudades, nuestros viajes, nuestras relaciones, nuestras vidas.
No queríamos ser ingenuos pero sí optimistas. Y nos hemos encontrado con optimismo de vuelta. Leerán frases como éstas: “Antes queríamos ser los mejores del planeta, ahora lo mejor para el planeta”, “las ciudades eran para los coches, ahora para las personas” , “nos hemos dado cuenta de lo importante que es tener una casa sana”, “podemos construir un escalón nuevo en el progreso de la humanidad, aprovechando bien la unión de ciencia, innovación y tecnología”, “viajaremos menos, pero nos comunicaremos más”. Lo dicen líderes en sectores muy diversos y me alegra mucho de que ese sea su tono. El miedo nos sirve para sobrevivir. Pero la amenaza continúa nos bloquea, nos paraliza, nos anula. Y para seguir adelante necesitamos todo lo contrario. Necesitamos fuerza, valor, un punto de temeridad, imaginación, luz. Hemos querido acercarles un poco de todo esto.