Ya saben que siempre hay unos días de diferencia entre el momento en que escribo esta carta y el sábado que ustedes la leen. Es un paréntesis peligroso porque, lo que parece el tema que comentaríamos ineludiblemente si hubiera barras en los bares y nos tomáramos un café juntos, puede resultar muy fácilmente aplastado por el principio o el fin de un confinamiento perimetral o diametral, parcial, total o semipermanente. Qué sabemos. A día de hoy, voy a arriesgarme diciendo que la noticia más deslumbrante de estos días ha sido el descubrimiento de agua en la Luna. No digo la más importante, ni la que abría los informativos, pero sí la que nos dejaba con un punto de curiosidad, con algo parecido a la fascinación que, no sé a ustedes, pero a mí me resulta, cada vez más, una sensación de la viejísima realidad.
¿Por qué? No lo sé. Tengo un Físico en casa que me ha explicado que la trascendencia del anuncio de la NASA está en que transportar agua en un viaje especial parece, hoy por hoy, imposible. Y sintetizarla, muy complicado. Así que el descubrimiento abre la esperanza real a una base permanente. ¿Y para qué queremos una base permanente en la Luna?, pregunto. Lo piensa un rato y al final contesta que, como no es astrofísico, le resulta difícil saberlo así, a bote pronto, pero que seguramente tiene que ver con la pulsión que nos arrastra irremediablemente al descubrimiento y la conquista. Desde una carabela o desde una nave espacial.
Estoy de acuerdo con mi Físico que, por lo demás, siempre ha sido un poco sentimental. Y me pregunto si, además de esa pulsión genética, los titulares anunciando “Water on the moon!”, con un entusiasmo tan genuino, no tienen que ver con otras cosas. Con la irremediable necesidad de mirar hacia arriba y encontrar otras realidades, otros escenarios, otros sueños, otros mundos.
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?