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Hope

"Este mes, y un poco en contra de mi naturaleza, me he propuesto tener esperanza, que por cierto no significa repetir ese mantra tan cursi del “todo va a salir bien”, sino confiar en que lo que esperamos que suceda".

Crap at drawing flowers, obra de Banksy. En el Círculo de Bellas Artes de Madrid, hasta el 9 de mayo de 2021. / d.r.

Lourdes Garzón
Lourdes Garzón

Nuestra gran esperanza este diciembre es que el año que viene todo cambie. Nuestro gran miedo, que todo siga igual y que 2021 se convierta en un inmenso déjà vu de 2020. Ese es básicamente el hilo de todas las conversaciones prenavideñas que he tenido esta semana. La directora de comunicación de una marca de lujo golpeada, como todas, por la parálisis del turismo chino y la panadera de mi barrio (la mejor de Madrid) basculan entre argumentos parecidos. Parece que las cosas mejoran, parece que el consumo sube animado, no por lo que tenemos, sino por lo que vendrá. Las vacunas y el fin del miedo.

Me he propuesto tener esperanza, confiar en que todo lo que esperamos que suceda, ocurra".

Hope es la palabra más recurrente estos días en la prensa internacional. Esperanza es una palabra que antes utilizábamos escasamente y que sonaba a postal cursi. O a nombre de señora antigua. Hoy nos agarramos a ella para hablar de salud, de trabajo, de familia, de nuestras vidas.

Esperamos muchas cosas del próximo año. Volver a preocuparnos del Brexit; que los teatros y los museos guarden las cámaras en el fondo de un armario muy profundo; planear los Juegos Olímpicos; viajar, viajar, viajar; que Estados Unidos vuelva a unirse a los acuerdos de París contra el calentamiento global; sentarnos con los compañeros de la oficina para tomar un café; dejar de ver en la televisión a los portavoces de la OMS; olvidarnos del BOE.

Envidio de corazón a los optimistas de nacimiento. La alegría es un regalo genético que supera, incluso, al mítico metabolismo acelerado. Este mes, y un poco en contra de mi naturaleza, me he propuesto tener esperanza, que por cierto no significa repetir ese mantra tan cursi del “todo va a salir bien”, sino confiar en que lo que esperamos que suceda, ocurra. Les deseo, de corazón, lo mismo a todos ustedes.

20 de enero-18 de febrero

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