Cómo lo conseguí es una historia muy larga pero digamos que, un poco antes de Navidad y con el árbol colocado, nos sentamos una tarde a esperar que el batería de los Ramones apareciera y se sentara a cenar en el comedor de casa. Mis hijos se habían puesto camisetas negras (una de los Stones y otra de AC/DC) que vendían en la sección de niños de Zara y que encontraron muy apropiadas. Como intuían que la ocasión lo merecía, completaron con los zapatos de las bodas. Mi marido me miraba con cara de “si no viene (que es lo más probable) no te preocupes, te queremos igual”. Dos amigos que se unían a la cena ponían cara de circunstancias y yo pensaba que las grandes expectativas son siempre el principio del desastre.
A las 8.30, Marky y Marion, su novia desde la adolescencia, recién llegados de Nueva York llamaron a la puerta. Dijeron “happy birthday”. Demostraron un conocimiento muy notable de los pimientos de Padrón y los pinchos vascos. Hicieron un par de comentarios un poco maliciosos sobre algún diseñador americano, despellajaron a Trump, nos contaron lo mucho que les gustaba venir a tocar a España y comentaron la triste historia de Phil Spector, su ex productor y condenado por asesinato y “still in jail”. Marky y Marion cenaron sin prisa y con hambre. Hablaron con los niños de las ventajas de tener un cerdito como mascota en lugar de un perro y de sus smartwatches. Nos invitaron a su concierto del día siguiente y me convirtieron en leyenda en mi familia.
Creo que este y una visita a la Uffizi de Florencia son los recuerdos más nostálgicos que tengo de la vida prepandémica. Supongo que los he idealizado porque tienen que ver con la sorpresa, lo anticotidiano, la aventura y la belleza. Y yo qué sé… porque qué ganas de coger un avión y de ir a un concierto. O cien, ¿no?
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?