vivir
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No son pocos los rumores que circulan sobre si una escena de sexo es real o no en una película. Pero, a veces, para dotar de mayor realismo a una escena, se improvisan gestos... o macabros sucesos.
Así ocurrió en la película 'El último tango en París'. Antes de comenzar un día de rodaje, Marlon Brando estaba untando mantequilla en una tostada para el desayuno cuando se le ocurrió una espantosa idea. Se la comentó al director Bernardo Bertolucci y el resto... es historia. Historia del séptimo arte que, por desgracia, aún remueve la estrañas de muchos cuando observan este clásico.
Director y protagonista decidieron engañar a la actriz Maria Schneider, que por entonces contaba con 19 años, y emplear la mantequilla como lubricante en la escena de agresión sexual del filme. " No quería que fingiese la humillación, quería que la sintiese", admitió el director.
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