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Unas gafas con antena y cámara incorporadas, un ordenador del tamaño de un móvil, una antena y una superficie de silicona con 60 terminales instaladas en la retina obran el milagro: que personas que llevan 20 años ciegas puedan distinguir de nuevo si hay comida en su plato o si una puerta está cerrada o abierta.
"15 días después de la cirugía se inicia la rehabilitación. Empezamos con estímulos simples, luego introducimos letras y poco a poco se incrementa el tiempo de uso del sistema", explica el dr. Jeroni Nadal, médico del Centro de Oftalmología Barraquer, clínica pionera en esta técnica en Europa, que ya ha usado en tres pacientes.
El ojo biónico actual, que ahora mismo se emplea exclusivamente en pacientes con retinosis pigmentaria, una enfermedad minoritaria, es solo el primer paso. "Cuando esto evolucione es muy probable que se emplee en enfermedades más comunes, como la degeneración macular que tiene una incidencia altísima en este país. De hecho, ya se han iniciado estudios en este sentido", explica el dr. Nadal.